Formas Sutiles En Que Tu Hijo/a Autista Está Sufriendo Acoso Escolar (Que Tú No Tienes Idea)

Este artículo parte con un mensaje dirigido a todos los padres de niños Autistas: Si tú tienes un hijo/a Autista y tú no sabes que él/ella está sufriendo acoso escolar, eso no significa que estés haciendo algo mal. Los matones saben como ocultar lo que están haciendo a plena luz del día. Ellos son el problema. Desafortunadamente, como padre/madre, es tu responsabilidad (junto con los profesores de tu hijo/a y los profesionales que lo/la apoyan) protegerlo/a del acoso escolar.

Y la mitad de la batalla para proteger a tu hijo/a Autista es saber qué observar (y transmitir esa información a el equipo docente del colegio donde estudia tu hijo/a).

Habiendo dicho esto, es importante que tú sepas que los matones sabrán que tu hijo/a es Autistas incluso si él/ella hace el mejor esfuerzo posible para camuflar sus rasgos Autistas.

¿Por qué? Porque las personas no Autistas pueden sentir, en cuestión de segundos, que están en presencia de una persona Autista, e inmediatamente los ven de forma desfavorable. La ciencia ha probado esto.

Esto significa que los niños no Autistas, que aún no han aprendido a regular sus emociones y operan mayoritariamente por instinto, a menudo reaccionarán antes sus pares Autistas no solamente con un ligero disgusto, sino con profunda hostilidad y desprecio.

Algo en el cerebro de los niños no Autistas les da una sensación de «valle inquietante» cuando miran a sus pares Autistas. Esto activa su respuesta de lucha-o-huida, y reaccionan huyendo o atacando (dependiendo de su perfil psicológico en desarrollo).

Es por esta razón que la educación sobre la Neurodiversidad desde muy temprana edad es imperativa para crear un mundo más equitativo para las personas Autistas y ninguna iniciativa para defender sus derechos prevalecerá sin ello.

Los niños no Autistas necesitan ser educados sobre los comportamientos y estilos de comunicación Autistas antes de que siquiera entren a un salón de clases, y esa educación necesita ser continuamente actualizada para reducir esa sensación de «valle inquietante» y permitir que los niños de todos los neurotipos se conecten y se asocien unos con otros de formas más sanas y orgánicas.

Ahora, aquí están algunas forma sutiles en que los niños Autistas están sufriendo acoso escolar:

I) Suspirar para provocar: Suspirar a amigos y compartir secretos es común, y no hay nada de malo con eso. Sin embargo, esto se vuelve problemático cuando se utiliza para provocar a una persona específica al alcance del oído (sin que haga suficiente ruido para que sea escuchado por una figura de autoridad).

Por ejemplo, un matón podría pasar toda una hora de la clase suspirando insultos a tu hijo/a Autista para empujarlo/a a que tenga una reacción explosiva, y cuando tu hijo/a ya ha tenido suficiente y él/ella finalmente decidió que es momento de defenderse, el matón finge inocencia y tu hijo/a es quien termina metido en problema por su «repentino» ataque de furia.

II) Iniciar rumores que manchan la reputación de la víctima: Los niños aún están aprendiendo sobre el mundo a su alrededor , y los rumores, sin importar lo disparatados que sean, pueden echar raíces y volverse virales por los pasillos del colegio y por el Internet. Los niños no Autistas se apoyan en pruebas sociales (un gran grupo de personas confirmando la validez o exactitud de algo) para formarse opiniones sobre los demás.

No importa lo absurdo que sea el rumor que afecta a tu hijo/a Autista, porque es un «hecho» para sus pares no Autistas, y en consecuencia, dicho rumor lo/la acompañará por el resto del año escolar y más allá. Así funcionan los rumores, pero pueden ser especialmente dañinos para los niños Autistas que no siguen intuitivamente las reglas de las jerarquías sociales.

Una conclusión muy acertada es que cuando las personas Autistas son blanco de un rumor, para ellas resulta mucho más difícil superarlo porque no socializan con la misma frecuencia que sus pares que no viven la condición. Nuestra continua «torpeza» social reafirma cualquier rumor (o rumores) que los demás han difundido sobre nosotros, y en vez de cicatrizar (caer en el olvido), dejan el equivalente social de una herida abierta.

III) Sarcasmo con intención de engañar: El sarcasmo puede ser expresado cuando dos personas entienden que su intención puede ser una forma divertida de formar un vínculo amistoso. Sin embargo, desde que las personas Autistas tienden a tomarse las cosas muy literalmente y podrían perder de vista señales sociales ocultas detrás del tono de voz, los comentarios sarcástico con propósitos abusivos podrían ser tomados muy literalmente.

Por ejemplo, un/a niño/a no Autista podría decir «Oye, linda ropa» pero con un tono sarcástico que no es procesado por un/a niño/a Autista, y cuando el/la niño/a Autista dice «Gracias», eso agita aún más al niño que no vive la condición porque su intento de fastidiar a su víctima no ha resultado como él/ella esperaba.

El/La niño/a Autista por su parte, a menudo no tiene idea del orden social implícito que sus pares no Autistas los están ubicando para burlarse de ellos.

Como extensión del punto anterior, los matones no Autistas podrían intensificar su hostigamiento hasta que se vuelva innegable con el fin de obtener la reacción que originalmente estaban esperando con sus insultos más sutiles.

IV) Exclusión: Un grave problema de las políticas escolares «tolerancia cero» para el acoso escolar es que solamente hacen que los matones más obstinados sean mejores en ocultar el daño que le hacen a sus víctimas. Desde que ellos saben que no pueden ser físicamente o verbalmente agresivos con sus víctimas, entonces son cordiales con los niños que les caen mal pero los excluyen totalmente de actividades grupales tales como durante el almuerzo, el recreo, la clase de educación física, los paseos de curso, etcétera.

V) Fingir que sus víctimas no existen: Otra forma sutil de acoso escolar ocurre cuando un niño/a Autista intenta hablar con uno de sus pares no Autistas, solo para ser ignorado/a como si él/ella fuera invisible, o sus pares que no viven la condición hablarán fuerte entre ellos diciendo cosas como «¿Escuchaste algo? Mmmm… Que raro. Pensaba que escuchamos algo. Pero solo estamos nosotros aquí«.

Esto es invalidante (sin mencionar confuso) para un/a niño/a Autista que está haciendo su mejor esfuerzo para tratar de hacer amigos y pertenecer al grupo.

VI) Forzarlos a hacer todo el trabajo en los proyectos grupales: Los niños Autistas son muy inteligentes, lo que termina asombrando a sus pares no Autistas. Desafortunadamente dicha inteligencia es una espada de doble filo, porque los niños Autistas son felizmente incluidos por sus pares que no viven la condición en los proyectos grupales, si y solo si hacen todo el trabajo. Los niños Autistas no pueden decirles que «no» a sus pares no Autistas, porque esa es la única vez que están siendo «amables» con ellos, y pueden disfrutar uno de los pocos momentos de paz tras ser objetos recurrentes de burlas y agresiones, junto con una ligera semejanza a un sentido de pertenencia.

Los límites sociales pueden ser un concepto muy difícil para las personas Autistas ya que son muy abiertos, tratar igualitariamente a los demás y entienden todo lo que les dicen muy literalmente.

Si esto le está pasado a tu hijo/a Autista, no solo es una forma sutil de acoso escolar, también abre la puerta a que les falten el respeto cuando sean adultos, porque es un patrón que fácilmente puede continuar en forma de darles su tiempo, dinero y atención a persona que regularmente se aprovechan de ellos mientras son incapaces de verlo con sus propios ojos.

Fuente: Heidel, J. (2023). Subtle Ways Your Autistic Child Is Being Bullied (That You Aren’t Aware Of). The Autistic Articulate. Recuperado de (https://www.thearticulateautistic.com/subtle-ways-your-autistic-child-is-being-bullied-that-you-arent-aware-of/). Traducido Por Maximiliano Bravo

Aceptación Del Espectro Autista: ¿Cómo Celebrar Las Diferencias Puede Detener El Acoso Escolar?

La mayoría de los paradigmas de tratamiento se centran en la «normalización» de los comportamientos. Cuando consideramos que las formas de moverse, comunicarse e interactuar de los adolescentes son demasiado diferentes, muchos enfoques fomentan la alteración o extinción de esos comportamientos en lugar de honrarlos y celebrarlos.

Cuando hacemos esto, los niños neurotípicos están mirando.

Todos los días en los colegios, los alumnos son testigos del personal escolar que les recuerda a los adolescentes neurodivergentes que dejen de aletear, tararear o hablar en exceso sobre sus pasiones. Con demasiada frecuencia, etiquetamos estos comportamientos como irrelevantes, disruptivos o innecesarios. Los adultos que lo hacen tienen las mejores intenciones, pero pueden estar modelando inadvertidamente una falta de aceptación.

Cuando nos enfocamos en cambiar comportamientos sin considerar cómo estamos afectando el desarrollo de la autoconfianza de los niños, podemos estar haciendo más daño que bien a su desarrollo emocional. De hecho, podemos estar contribuyendo inadvertidamente a la sensación de aislamiento y vulnerabilidad del niño al acoso escolar.

Es importante recordar que los pares siempre están mirando. Ven a los profesores ignorar los comportamientos «no preferidos» como si fueran desviados. Por ejemplo, un adolescente en el Espectro Autista podría decir: “Aleteo cuando lo necesito”. Cuando apuntamos a tales comportamientos para el cambio, enviamos un mensaje confuso a sus compañeros.

¿Cómo podemos mejorar las cosas y prevenir el acoso escolar? Algunas ideas sobre por dónde empezar:

  • Los equipos de tratamiento deben considerar cuidadosamente los costos y beneficios de extinguir e ignorar ciertos comportamientos. ¿Es un comportamiento una respuesta al estrés? Si es así, la primera prioridad debe ser atender las emociones del niño a través de relaciones de apoyo. Nunca debemos ignorar intencionalmente una respuesta de estrés ni castigar a un niño por tenerla. Hacerlo solo sirve para aumentar los sentimientos de aislamiento del niño.
  • Ampliar la aceptación del movimiento, el pensamiento y otras diferencias. Por ejemplo, los profesores y otras personas en el equipo de apoyo de un niño deben explicar comportamientos como aletear, girar objetos o hablar sobre una gama limitada de intereses preferidos como diferencias humanas naturales. “Algunas personas solo necesitan mover sus cuerpos de forma diferentes”, es una explicación perfectamente buena. Los educadores pueden facilitar el diálogo compasivo, permitiendo que los niños hagan preguntas. Presentar las diferencias no como motivo de miedo o ansiedad, sino como aspectos intrínsecos y positivos de los niños neurodivergentes.
  • Reformular los comportamientos «atípicos» como parte de la experiencia humana, en lugar de algo que necesita un cambio. En lugar de referirse a intereses «restringidos», llámelos intereses «preferidos» y celébrelos en lugar de menospreciarlos, mostrando entusiasmo por cuánto sabe un niño sobre un tema.

Necesitamos reconsiderar las ideas construidas socialmente de nuestra cultura sobre las diferencias inherentes al Espectro Autista y otras condiciones neurodivergentes. Si los adultos modelan una actitud inclusiva, con una nueva visión sobre las diferencias, los niños aprenderán y el acoso escolar disminuirá.

Delahooke, M. (2017). Autism Acceptance: How Celebrating Differences Can Stop Bullying. Recuperado de (https://monadelahooke.com/autism-acceptance-celebrating-differences-can-stop-bullying/) Traducido Por Maximiliano Bravo.

Paranoia Racional En El Espectro Autista

Interactuar con adultos y adolescentes en el Espectro Autista a veces puede ser difícil. Muchos de nosotros podemos ofendernos rápidamente, incluso cuando no fue la intención, lo cual es bastante curioso cuando lo piensas, porque los niños que viven la condición tienden a ser socialmente ingenuos al principio. En algún momento, estos niños ingenuos pueden convertirse en adultos nerviosos y reactivos. ¿Porqué es eso? Parece una especie de transformación de un extremo al otro.

Bueno, el problema con la ingenuidad es que nos deja vulnerables. Los niños en el Espectro Autista son más propensos que los niños neurotípicos a aceptar ofertas injustas. Las personas que viven la condición tienen más dificultades para detectar mentiras y para reconocer y comprender el acoso escolar cuando ocurre, y es más probable que cumplamos con las solicitudes y demandas de los demás. Incluso somos propensos a seguir confiando en nuestras creencias anteriores sobre la confiabilidad de las personas después de que su comportamiento real nos da motivos para no confiar en ellas.

Nuestra ingenuidad social nos hace más vulnerables al acoso y la victimización. Los niños en el Espectro Autista que son socialmente más vulnerables también son los más intimidados. Además, a menudo son los propios amigos de las personas que viven la condición quienes nos intimidan o intentan aprovecharse de nosotros.

Ahora, de hecho, podemos ser más lentos para aprender cuando no debemos confiar en las personas, pero al final aprendemos. Tenemos malas experiencias en las interacciones sociales, por lo que aprendemos a esperar que sigamos teniendo malas experiencias en el futuro. Por lo tanto, muchos de nosotros tomaremos medidas para protegernos. Pero, ¿Cómo tomar las medidas adecuadas cuando no estás seguro/a de quién es una persona peligrosa y quién no? ¿Cómo te proteges cuando tus habilidades sociales no están a la altura para determinar con precisión cuándo alguien es genuinamente amigable y cuándo alguien se está aprovechando de ti? ¿O cuando no siempre puedes notar la diferencia entre los chistes amistosos y burlas directas?

Si no puedes saber qué está sucediendo en una instancia individual, debe confiar en las reglas globales. Es un hecho triste pero revelador que los niños en el Espectro Autista que juegan solos tienen muchas menos probabilidades de ser intimidados que aquellos que quieren amigos pero sufren cuando tratan de hacerlos. Aislarse puede ser una respuesta racional. Lo mismo ocurre con la suposición de que cualquier acción ambigua de otra persona, por ejemplo, una burla o un simple desacuerdo entre amigos, tenía la intención de ser hiriente.

Por supuesto, cuando algo es racional, eso quiere decir que hay una razón, una explicación, no que sea necesariamente lo correcto. Es necesario animar a las personas en el Espectro Autista que esperan hostilidad de los demás a que no se rindan. Sí, tenemos que estar atentos a las motivaciones de los demás, pero hay señales contextuales y señales de comportamiento que a veces podemos usar como garantías. Y en última instancia, el aislamiento y la reactividad son estrategias que solamente nos harán daño.

Mientras tanto, para aquellos que interactúan con personas en el Espectro Autista, traten de recordar que muchos de nosotros hemos experimentado traumas y victimización. Por favor, traten de ser pacientes y sensibles. Y si uno de nosotros se está tomando las cosas demasiado personalmente, traten de no asumir que su comportamiento es un rasgo de carácter patológico.

Fuente: Dwyer, P. (2018). Rational Paranoia. Autistic Scholar. Recuperado de (http://www.autisticscholar.com/rational-paranoia/). Traducido Por Maximiliano Bravo.

10 Preguntas Para Ayudar A Las Personas En El Espectro Autista A Detectar Amistades Falsas

“Crimen de odio” es un término común que se usa para describir el comportamiento físico y verbal abusivo que tiene como objetivo a alguien en base a su género, raza, religión, discapacidad, nacionalidad u orientación sexual.

Los niños y jóvenes en el Espectro Autista también corren el riesgo de una manipulación más sutil y tortuosa conocida como «abuso de confianza», un término relativamente nuevo para describir una amistad falsa para ganar confianza con el objetivo específico de explotación.

En 2015, una organización benéfica de Espectro Autista en el Reino Unido realizó una encuesta que encontró que un gran número de personas habían sido sometidas a abusos de confianza; El 80% de los encuestados mayores de 16 años informaron que habían sido acosados ​​por alguien que pensaban que era su amigo/a.

Como las personas en el Espectro Autista comúnmente enfrentan dificultades para hacer amistades, puede ser muy positivo cuando comienzan las relaciones, se mencionan los nombres de otras personas en la conversación y se hacen los arreglos para socializar.

La confusión sobre qué es la amistad y cómo se forma, así como la falta de comprensión de las situaciones sociales y las interacciones adecuadas pueden hacer que los niños y jóvenes sean particularmente vulnerables a las estratagemas sin escrúpulos para relacionarse con ellos y asegurar su confianza.

Luego, son susceptibles de sufrir abusos que incluyen agresión física y verbal, intimidación, robo e incluso coacción para cometer un delito. Los padres y los profesores deben asumir la obligación de tomar medidas para ayudar a los niños y jóvenes a reconocer y resistirse a ser arrastrados a relaciones abusivas.

Analizar la amistad y su dinámica particular es compleja. Es una parte natural de la vida tener compañía favorecida, dinámicas desiguales en las relaciones y enfrentar el “dar y recibir”. Es un elemento de la amistad tener en cuenta los aspectos del carácter de una persona que nos gustan menos, dar el beneficio de la duda y hacer favores unos a otros.

También puede llevar tiempo que la agenda real se haga evidente, lo que puede significar que la traición puede ser más devastadora para la víctima, ya que es posible que no se hayan dado cuenta de que se han aprovechado de ellos si no reconocen el comportamiento como abuso.

En otras ocasiones, si una persona en el Espectro Autista siente ansiedad por tener amigos, él/ella puede tolerar un comportamiento agresivo y desagradable desde el principio si eso significa que no esté solo/a. La compañía de una persona abusiva nunca debe ser tolerada.

Entonces, ¿cómo podemos ayudar a los niños y jóvenes a distinguir la amistad genuina de las relaciones dañinas y las influencias negativas?

Podemos hacer 10 preguntas para que sirvan de pauta de conversación para establecer si el/la niño o joven está en riesgo de sufrir un abuso de confianza:

  • ¿Tus amigos a veces te hacen enojar?
  • ¿Alguna vez tus amigos te dicen apodos que no te gustan?
  • ¿Alguna vez tus amigos te lastimaron físicamente?
  • ¿Tus amigos te piden dinero pero no te lo devuelven?
  • ¿Tus amigos toman, usan o dañan tus pertenencias?
  • ¿Tus amigos usan tu celular o te piden que uses tu celular para tomar fotografías o enviar mensajes que no deseas enviar?
  • ¿Tus amigos traen a tu casa a otras personas que no conoces o que no invitaste?
  • ¿Tus amigos te animan a hacer cosas que sabes que están en contra de la ley?
  • ¿Tus amigos te presionan para que hagas cosas que te hacen sentir mal?

Hacer estas preguntas o tener que decirle a un/a niño/a o joven que alguien los está utilizando no es un mensaje fácil de transmitir. Puede ser que busquen justificar el comportamiento si están convencidos de que el/la perpetrador/a es su amigo/a y sienten culpa ante la perspectiva de denunciarlo/a. Puede haber sentimientos adicionales de vergüenza y humillación.

Las impactantes cifras relacionadas con el aumento de los abusos de confianza nos obligan a tomar medidas para protegernos contra él sin volvernos cínicos ni infundir desconfianza. Es posible que se puedan formar relaciones genuinas y que las personas puedan entablar amistad con las personas en el Espectro Autista sin una agenda.

Los padres y los profesores pueden ver estas relaciones como parte del apoyo social y emocional que se puede brindar a los niños y jóvenes para que puedan distinguir la amistad real de la falsa y disfrutar de amistades positivas y saludables con los demás.

Fuente: Sarginson, C. (2020). Ways to Help Someone With Special Needs Spot a Fake Friendship. Autism Parenting Magazine. Recuperado de (https://www.autismparentingmagazine.com/helping-spotting-fake-friendship/). Traducido Por Maximiliano Bravo.

¿Por qué Es Imperativo Preguntarle A Los Adolescentes En El Espectro Autista Sobre El Acoso Escolar?

Los adolescentes en el Espectro Autista tienen más probabilidades que sus pares neurotípicos de sufrir acoso escolar. También es más probable que tengan pensamientos y conductas suicidas.

Sabemos que el acoso escolar contribuye al suicidio en adolescentes neurotípicos. Cuando las noticias cubren la trágica historia de un/a adolescente que acaba de quitarse la vida, a menudo se menciona el acoso escolar. Esta evidencia anecdótica está confirmada por las investigaciones: los adolescentes que experimentan acoso escolar tienen entre 1,4 y 10 veces más probabilidades de desarrollar pensamientos o conductas suicidas que sus compañeros que no son acosados..

La mayoría de las veces, tener pensamientos y conductas suicidas va de la mano con una condición psiquiátrica, algo que también es más común entre los adolescentes en el Espectro Autista que entre sus pares neurotípicos. Pero no todas las personas a las que se les diagnostica una condición psiquiátrica experimentan pensamientos o comportamientos suicidas. La mayor incidencia de condiciones psiquiátricas concurrentes en los adolescentes que viven la condición puede reflejar una vulnerabilidad biológica subyacente, o el hecho de que están expuestos a más factores estresantes que sus compañeros neurotípicos.

En un nuevo estudio redactado por los investigadores Johnny Downs y Rachel Holden, ellos controlaron la presencia de condiciones psiquiátricas concurrentes y otros posibles factores de riesgo que podrían influir en el suicidio independientemente del acoso escolar. Ellos encontraron que los adolescentes en el Espectro Autista que experimentaron acoso escolar tenían el doble de probabilidades que los que no lo hicieron de desarrollar posteriormente pensamientos y conductas suicidas.

Sus hallazgos subrayan la importancia fundamental de identificar y prevenir el acoso escolar que sufren los adolescentes en el Espectro Autista. El acoso escolar debe verse como un resultado negativo para los adolescentes que viven la condición y no debe aceptarse como algo para lo que no hay solución.

Riesgos Reales

Tras examinar las historias clínicas de 680 adolescentes en el Espectro Autista que habían sido remitidos a una clínica de salud mental en el sur de Londres, Inglaterra, los investigadores se centraron en los adolescentes que no tenían tendencias suicidas en su visita inicial.

En esa primera evaluación, el 30% de los adolescentes de la muestra informaron haber sido acosados ​​por sus compañeros. Tenían casi el doble de probabilidades que los que no informaron sobre el acoso escolar de tener pensamientos o conductas suicidas durante los próximos 5 años.

Los hallazgos podrían respaldar una serie de teorías causales de suicidio. Una que creyeron que es clínicamente útil es la teoría interpersonal del suicidio, que sugiere que una combinación de tres factores conduce al comportamiento suicida: pertenencia frustrada, «carga percibida» y capacidad adquirida.

La pertenencia es nuestro sentido de que los demás nos aceptan. Tener muchos amigos o una relación de pareja se asocian con tasas más bajas de suicidio. Es fácil comprender cómo el sufrir acoso escolar puede tener un impacto negativo en el sentido de pertenencia. Sufrir acoso escolar también puede exacerbar la «carga percibida», que es la creencia de que los demás o la sociedad estarían mejor sin ti.

Los adolescentes que sufren acoso escolar también pueden habituarse a experiencias dolorosas y, como resultado, sentir menos miedo a la muerte. Este tipo de desensibilización conduce a una capacidad adquirida para el suicidio, que es necesaria para actuar sobre los pensamientos suicidas.

Una Llamada A La Acción

Según los investigadores, los médicos que ven a los adolescentes en el Espectro Autista pueden considerar el acoso escolar como algo tan generalizado que no vale la pena comentarlo.

Es crucial que los médicos se comprometan a combatir esta tendencia y hacer un esfuerzo genuino para preguntar a los adolescentes en el Espectro Autista sobre el acoso escolar. Y cuando un/a adolescente que vive la condición informa sobre acoso a los profesionales de la salud mental, debe tomarse en serio. La investigación sugiere que el acoso escolar no solo contribuye al riesgo de suicidio, sino que también afecta las trayectorias de tratamiento de los adolescentes.

La mayoría de los servicios clínicos incluyen evaluaciones programadas que describen qué información esencial deben recopilar los médicos durante sus sesiones con los adolescentes. También debería agregarse información sobre el acoso escolar a estas evaluaciones.

Es posible que algunos adolescentes no se sientan cómodos compartiendo información sobre el acoso con un profesional que acaban de conocer, pero preguntándolo desde el principio, por ejemplo, simplemente preguntando: «¿Sientes que alguien está siendo realmente malo contigo en este momento?» – podemos dejar en claro que es algo apropiado para que hablen con su médico. Cuando la información sobre el acoso es difícil de recopilar directamente del adolescente, los médicos deben consultar a sus familiares o profesores.

Los profesores tienen un papel fundamental que desempeñar. En los entornos escolares, la evidencia sugiere que las intervenciones intensivas contra el acoso escolar en las que los profesores se reúnen con los padres son más efectivas. Los colegios también pueden beneficiarse de las estrategias para frenar el acoso escolar específicas para el Espectro Autista, incluidas las «intervenciones de amistad», que ayudan a los adolescentes que viven la condición a formar amistades con sus compañeros neurotípicos.

Los colegios deben utilizar evaluaciones sólidas para evaluar la efectividad de tales intervenciones e involucrar a los adolescentes en el Espectro Autista en el desarrollo de sus políticas en contra del acoso escolar. Si bien cambiar de colegio debería ser el último recurso, a veces es necesario. Estos movimientos deben planificarse bien con la participación del posible nuevo colegio y el médico. Los colegios normalmente están dispuestas a ayudar temprano; Por lo general, quieren asegurar una transición exitosa para los nuevos alumnos.

Para los adolescentes en el Espectro Autista que permanecen en su colegios o ya se cambiaron a uno nuevo, los médicos y profesores deben enfocarse en crear intervenciones que les permitan desarrollar un sentido de pertenencia e identificar el valor que aportan a las personas que los rodean. De hecho, estos enfoques se pueden aplicar a todos los alumnos como un enfoque universal para prevenir el acoso escolar.

Los médicos también necesitan apoyar a los líderes escolares para mantener sus estrategias contra el acoso escolar; siempre debe ser un tema «vivo» dentro de sus colegios locales. Los investigadores afirmaron que los colegios realmente valoran a los médicos locales que brindan consejos a sus líderes escolares, especialmente cuando promueven campañas regulares de concientización sobre las graves consecuencias que el acoso escolar puede tener en la salud mental de los adolescentes y la necesidad de proporcionar enfoques específicos para apoyar a las personas en el Espectro Autista.

Además del acoso escolar, el ciberacoso es una preocupación emergente. Se necesita más investigación, ya que existen altas sospechas de que los adolescentes en el Espectro Autista pueden no verse igualmente afectados por todas las formas de acoso escolar. La mayoría de los esfuerzos de prevención del ciberacoso se centran en educar a los adolescentes, a sus profesores y a sus padres para que lo reconozcan y denuncien.

Dadas las graves consecuencias que tiene el acoso escolar en la salud mental, los profesionales de la salud mental deben desempeñar un papel activo en el desarrollo y la evaluación de iniciativas contra el acoso escolar.

Fuente: Downs, J. & Holden, R. (2020). Why it is imperative to ask autistic adolescents about bullying. Spectrum News. Recuperado de (https://www.spectrumnews.org/opinion/viewpoint/why-it-is-imperative-to-ask-autistic-adolescents-about-bullying/?fbclid=IwAR29gvsesw7j-5os31bV6siZY-z-E3daU7G-8oGRNgXogK2ZZGUXjOm2FHQ). Traducido Por Maximiliano Bravo.

Formas Para Proteger A Tu Hijo/a En El Espectro Autista Del Ciberacoso

Muchas personas en el Espectro Autista encuentran difícil la comunicación, lo que a su vez puede generar una gran dependencia del ciberespacio y la comunicación online. Si bien es útil de muchas maneras para conectar a las personas, la Internet puede abrirlas a un mundo donde no hay reglas ni protecciones.

El peligro online más común en estos días es el ciberacoso, que se ha extendido ampliamente a edades cada vez más tempranas. Aquí debemos considerar dos aspectos: en primer lugar, ¿qué es el ciberacoso y, en segundo lugar, por qué las personas en el espectro Autista son más vulnerables?

El ciberacoso es una forma avanzada de acoso tradicional que la mayoría de las personas se han enfrentado hasta cierto punto. Incluye todas las formas de dispositivos digitales y admite la comunicación online a través de las redes sociales, correos electrónicos o mensajes de texto. El ciberacoso se expresa en forma de descubrir, enviar, compartir, publicar, incluso chantajear datos personales falsos y dañinos para avergonzar y humillar a alguien más.

Las personas en el Espectro Autista son presas fáciles en incidentes de ciberacoso, ya que muchos experimentan dificultades de comunicación social y tienen dificultades para identificar señales ocultos no verbales de acoso escolar que incluyen:

  • Identificar y reconocer las intenciones propias y de otras personas.
  • Expresando y detectando emociones y sospechando signos de acoso escolar
  • No ser capaces de lo que está sucediendo y proteger su espacio personal

Todos los padres quieren proteger y evitar que sus hijos sean abusados o humillados, así que aquí hay algunos consejos sobre cómo mantener a tus hijos en el Espectro Autista seguros en el ciberespacio.

I) Compartir y observar, pero no invadir: Tu hijo/a es importante para ti, por lo que deseas supervisar cada paso que da. Muchas personas en el Espectro Autista son conscientes de su propia madurez y se irritan y ansían si no les proporcionan cierto nivel de privacidad. Si tu hijo/a es bueno programando computadores y resolviendo complejos problemas matemáticos, le estarás privando la oportunidad de desarrollar sus talentos si le prohíbes el acceso a una computadora. Este tipo de acciones radicales no funcionarán aquí. Genera confianza y comunícate con tu hijo/a en el mismo idioma.

Las personas en el Espectro Autista tienden a interpretar todo literalmente, por eso los mensajes de extraños pueden distraerlos y potencialmente causarles daño. Sé muy sensible y un buen oyente mientras tu hijo/a habla de lo que quiere hablar. Es un proceso lento y requiere tu paciencia y amor, pero de esta manera será más efectivo que tratar de promover tu tema o iniciar una discusión. Tu hijo/a manejan mejor sus dificultades teniendo un día bien organizado y acciones rutinarias repetitivas si algo interviene, notará cambios en su comportamiento.

II) Manténte siempre atento/a a las interacciones online de tu hijo/a: El ciberespacio ofrece a los padres una amplia gama de dispositivos con aplicaciones desarrolladas para la vigilancia y el cuidado de sus hijos en el Espectro Autista. No puedes mantenerte alerta físicamente y estar con tu hijo/a las 24 horas, los 7 días de la semana. Pero remotamente tú definitivamente puedes hacerlo con tecnologías avanzadas. Primero, consideremos cómo estar siempre al tanto de lo que está sucediendo con tu hijo/a y vigilar sus acciones. Puede configurar cámaras ocultas en su habitación que tienen movimiento, detección de sonido y transmisión en línea a tu teléfono.

También puedes configurar el control parental en cualquier dispositivo que utilice tu hijo/a. Se puede usar para descargas y aprobación, como para verificar el historial de Internet, así como hilos de mensajes y llamadas entrantes. En caso de que sospeches y quieras proteger a tu hijo/a, simplemente ejecuta la búsqueda inversa del número de teléfono. Puedes hacerlo simplemente escribiendo el número en la línea de cualquier buscador y obtener algunas coincidencias. O utilizar potentes plataformas específicas para obtener información más detallada.

Fuente: Malecha, V. (2019). Ways to Protect a Child With Autism From Cyberbullies. Autism Parenting Magazine. Recuperado de (https://www.autismparentingmagazine.com/protect-autism-child-from-cyberbullies/). Traducido Por Maximiliano Bravo.

¿Qué NO Decir Cuando Tu Hijo/a Está Sufriendo Acoso Escolar?

Escoge tus palabras con cuidado: La respuesta incorrecta podría invalidar el dolor que tu hijo/a está sufriendo.

Cuando los padres descubren que sus hijos están sufriendo acoso escolar, incluso aquellos con las mejores intenciones, pueden manejar mal la situación.

Naturalmente, tú deseas criar a tu hijo/a para que sea fuerte, independiente y resiliente, pero ten cuidado con tus palabras al conversar con tu hijo/a sobre el acoso escolar. Tal vez tu primer instinto sea repetir los consejos que tus propios padres o profesores te dieron cuando eras niño/a. Desafortunadamente, algunos de estos refranes comunes, como «sólo ignóralo» o «sé fuerte» no solo son ineficaces, sino que en realidad podrían empeorar las cosas.

El acoso escolar es un problema generalizado. Está relacionado con problemas de salud mental como depresión, ansiedad y baja autoestima, así como problemas de salud física como dolores de cabeza, dolores de estómago y cambios en los patrones del sueño y alimentación. Los estudiantes que sufren acoso escolar ​​también pueden tener problemas académicos (por ejemplo, malas notas) y son más propensos a faltar a clases.

Con un sólido sistema de apoyo familiar, así como con amigos, profesores u otros administradores escolares, tu hijo/a estará mejor equipado/a para lidiar con el estrés y las emociones dolorosas provocadas por el acoso escolar. Les pedimos a los expertos que revelaran las peores cosas que los padres pueden decir a sus hijos que están sufriendo acoso escolar y qué decir en su lugar.

I) «Sólo ignóralo/a«: Si simplemente poner la otra mejilla fuera suficiente para que un matón dejara de molestar a tu hijo/a, probablemente no estarías teniendo esta conversación con él/ella. Evitar la situación y esperar que desaparezca por sí sola es una ilusión y no valida sus problemas reales.

«Este es un consejo que ha existido por generaciones, por lo que los padres probablemente lo escucharon en algún momento durante su juventud«, dijo Katie Hurley, trabajadora social clínica autorizada y autora de «No Más Chicas Pesadas: El Secreto Para Criar Chicas Fuertes, Seguras y Compasivas». “Cuando los padres dicen esto, los niños se sienten desestimados y aislados. Es excepcionalmente difícil ignorar a un matón, y decirle a los niños que lo hagan solo hace que los niños se sientan aún más solos en el mundo«.

Dicho esto, está bien alentar a tu hijo/a a encontrar formas de minimizar el contacto con el matón, pero no es una solución a largo plazo para el problema, dijo la experta en crianza Barbara Coloroso.

Evitar es difícil; ignorar es casi imposible«, dijo Coloroso, autora de «El Matón, La Víctima Y El Espectador». «Al tratar de ignorar las implacables burlas y agresiones, es probable que tu hijo/a comience a internalizar los mensajes de quienes los están atacando,» soy tonto/a, soy estúpido/a, soy un/a bueno/a para nada«.

II) «Sé Fuerte.«: Este consejo, junto con «actúa como un hombre», a menudo está dirigido a niños pequeños, perpetuando una cultura de masculinidad tóxica, en la que se alienta a los niños a suprimir sus miedos y otros sentimientos difíciles.

«No solo este tipo de lenguaje promueve la violencia, sino que descarta por completo la profunda vida emocional de los niños«, dijo Hurley. «Enseña a los niños a reprimir sus sentimientos, lo que puede provocar ansiedad y/o depresión«.

III) «Estás siendo dramático/a«: Aunque podría aplicarse a los niños de cualquier género, las niñas suelen estar en el extremo receptor de este tipo de comentarios. No es fácil para los niños hablar con sus padres sobre el acoso escolar. Cuando los trates de histéricos o exageradores, estarán menos inclinados a presentarte estos problemas en el futuro.

«Encuentro que muchas niñas no piden ayuda porque les preocupa que las vean como débiles e incapaces de manejar sus problemas sociales, o que las etiqueten como problemáticas y dramáticas«, dijo Hurley. «Esto afecta directamente la autoestima de los niños que se enfrentan a situaciones sociales que producen mucha ansiedad«.

IV) «Hazlo tú mismo/a«: Es comprensible que quieras criar a tus hijos para que sean autosuficientes e independientes. Pero los matones a menudo se centran en un/a niño/a que saben que no puede defenderse solo/a, por eso fueron agredidos en primer lugar. Tu hijo/a necesita tu ayuda en este momento, no un sermón.

«Un/a niño/a que está siendo agredido necesita ayuda para superar la característica central del acoso escolar: la desventaja de poder«, dijo Tony Volk, psicólogo del desarrollo y profesor de la Universidad de Brock en Ontario, Canadá. “Si hubieran podido hacerlo por su cuenta, ya lo habrían hecho. ¿Crees que tu hijo/a quería ser una víctima? ¿Que solo están siendo flojos al dejarse agredir? Necesitan ayuda para detener algo que no pueden por sí mismos«.

V) «Así son los niños a esta edad«: Esta respuesta, y otras similares, como «Es un rito de pasaje», «Los niños son niños» o «Las niñas son pesadas a esta edad», no son útiles porque deslegitiman la angustia en la que se encuentra tu hijo/a. Sólo porque el acoso escolar es desafortunadamente común no significa que sea algo que deberíamos aceptar o ignorar como parte del crecimiento.

El acoso escolar duele mucho. No, el matón no estaba siendo chistoso o tuvo un mal día. Y sí, el matón tenía intención de hacer daño”, dijo Coloroso. «Al minimizar, racionalizar o tratar de explicar el comportamiento del matón, a tu hijo/a no le llevará mucho tiempo darse cuenta de que es mejor sufrir en silencio«.

VI) «Defiéndete.«: La asertividad es una habilidad poderosa que a muchos padres les gustaría inculcar en sus hijos, ya sea que estén o no estén sufriendo acoso escolar. Pero incluso los niños asertivos tienen dificultades para enfrentarse a un matón, dijo Hurley, por lo que este consejo por sí solo es insuficiente.

«Los matones también tienden a tener aliados, y eso hace que sea aún más difícil enfrentarlos«, dijo ella.

Decirle a tu hijo/a que se defienda, aunque sea bien intencionado, también puede ser perjudicial, ya que implica que es responsabilidad de tu hijo/a manejar el problema por su cuenta, dijo Bailey Huston, coordinador del Centro Nacional de Prevención del Acoso Escolar de PACER.

«Si bien hay algo de verdad en esta afirmación, ya que ser asertivo/a a menudo puede ser una buena respuesta, enviar a tu hijo/a a la situación sin más información probablemente le causará más daño«, dijo él.

VII) «Ataca«: Si tu hijo/a necesita protegerse o defenderse en un altercado físico con un matón, eso es una cosa. Pero de lo contrario, alentar la violencia no es el mensaje que deseas transmitir.

«El matón probablemente lo molestaba porque lo veía como una presa fácil«, dijo Coloroso. «Después de que la víctima pierda, habrán matones más grandes esperándolo/a«.

Qué Decir En Su Lugar

Cuando descubres que tu hijo/a está sufriendo acoso escolar, el primer paso es responder con aliento y apoyo, dijo Coloroso.

«Necesitan saber que nada es demasiado tonto o demasiado serio para hablar y que tú estás allí como un padre cariñoso para apoyarlos y empoderarlos«, dijo ella.

A continuación, los expertos comparten algunas respuestas que harán que su hijo se sienta visto, más seguro y amado.

I) «No es tu culpa«: «Nunca es culpa de nadie ser víctima de acoso escolar«, dijo Huston. «Asegúrate de que sepan que no deben culparse por lo que está sucediendo«.

II) «Dile a un adulto en el colegio«: «Los colegios tienen la obligación legal de intervenir en incidentes de acoso escolar«, dijo Volk. “Sí, esto es una violación del código de honor de los niños de no ser un soplón, pero ellos empezaron iniciando una pelea injusta. La víctima solo está nivelando la cancha«.

III) «No estás solo/a«: «Muchos niños sienten que son los únicos que sufren acoso escolar ​​y que a nadie le importa«, dijo Huston. «Hazles saber que hay personas que se preocupan, incluyéndote, y que están aquí para apoyarlos«.

IV) «Habla con tus amigos al respecto«: «Tener el apoyo de sus pares es el factor de protección más importante contra el acoso escolar y sus efectos«, dijo Volk. «Si no tienen amigos cercanos, haz tu mejor esfuerzo para tratar de ayudarlos a conocer ese tipo de amigos. Porque por mucho que te preocupes por ellos, los niños saben que sus padres están sesgados. Por lo tanto, valoran mucho las opiniones de los pares, especialmente en los primeros años de la adolescencia, cuando el acoso escolar tiende a alcanzar su punto máximo”.

V) “Eso suena doloroso. ¿Puedes contarme más sobre lo que está pasando?«: «Al empatizar y hacer preguntas abiertas, comunicas confianza y comprensión mientras le das a tu hijo/a un lugar seguro para expresar sus emociones«, dijo Hurley.

VI) «¿Cómo te puedo ayudar?«: «El primer paso para ayudar a tu hijo/a es conectarse escuchando y descubriendo cómo ayudarlo/a a sentirse seguro/a en este momento«, dijo Hurley. «Preguntarle cómo puedes ayudarlo/a en el momento seguido de posibles estrategias de afrontamiento (leer juntos, caminar juntos, jugar juntos) es una buena manera de ayudar a tu hijo/a a superar los sentimientos antes de avanzar hacia la resolución de problemas«.

VII) «No depende de ti acabar con el acoso por tu cuenta.«: «A menudo, los estudiantes pueden sentir que tienen que manejar las situaciones de acoso escolar por su cuenta o que es su responsabilidad cambiar lo que les está sucediendo», dijo Huston. «Hazle saber a tu hijo/a que, juntos, desarrollarán un plan de acción para prevenir el acoso escolar y que tienen un equipo para apoyarlo en el camino«.

Fuente: Borreson, K. (2019). What NOT To Say When Your Child Is Being Bullied. Recuperado de (https://www.huffpost.com/entry/what-not-say-when-child-bullied_l_5d5635dbe4b0eb875f217f04). Traducido por Maximiliano Bravo.

7 Habilidades Sociales Claves para Ayudar a los Niños en el Espectro Autista a Sobrellevar el Acoso Escolar

Si bien el fenómeno del acoso escolar está creciendo a un ritmo alarmante, numerosos estudios han demostrado que los niños en el Espectro Autista enfrentan un riesgo extremadamente alto de ser acosados. La evidencia científica disponible sugiere que existe un fuerte vínculo entre los dificultades de habilidades sociales experimentadas por los niños que viven la condición y su vulnerabilidad al acoso escolar.

Como resultado de sus dificultades para interpretar las señales sociales y comprender las intenciones de los demás, por ejemplo, los niños en el Espectro Autista con frecuencia se convierten en víctimas de los llamados actos de acoso «encubierto», por lo que son manipulados por compañeros de clase para comportarse de una manera que los exponga al ridículo y la humillación.

La intervención especializada que se centra en la capacitación en habilidades sociales tiene un gran potencial para revertir esta tendencia devastadora, ya que puede equipar a los niños con habilidades sociales valiosas que se pueden usar como estrategias para enfrentar el acoso escolar.

Dentro del vasto espectro de habilidades sociales, parece haber 7 habilidades que son particularmente importantes cuando se brinda apoyo a niños en el Espectro Autista para enfrentar incidentes de acoso escolar:

  • Percepción de la emoción: Reconocer los sentimientos propios y los sentimientos ajenos.
  • Decodificar señales sociales y hacer inferencias sociales.
  • Toma de perspectiva y habilidades de empatía más amplias.
  • Habilidades de resolución de conflictos.
  • Regulación de la emoción: Ser capaces de manejar los propios sentimientos.
  • Confianza en dirigirse a los demás: Ser firmes y asertivos.
  • Habilidades para resolver problemas: Elegir un comportamiento adecuado en diferentes situaciones sociales.

Veamos ahora cómo estas habilidades sociales se manifiestan y adquieren importancia:

  • Antes de que ocurra un incidente de acoso escolar.
  • Durante un incidente de acoso escolar.
  • Después de un incidente de acoso escolar.

I) Antes de que Ocurra un Incidente de Acoso Escolar

El acoso escolar no se produce sin señales de advertencia. Para poder detectarlas, los niños necesitan dominar las siguientes habilidades:

Habilidades Sociales Necesarias

a) Percepción de emociones: Reconocer las emociones de los demás. Por ejemplo. Reconocer cuando alguien está enojado/a contigo.

b) Toma de perspectiva: Reconocer las intenciones de los demás para poder responder adecuadamente. Por ejemplo. ser capaz de entender que un/a compañero/a de curso que te está pidiendo que le permitas que te copie tu tarea y te quite el dinero de tu bolsillo o la mochila para que puedas ser su amigo/a, lo más probable es que realmente no quiera ser tu amigo/a.

c) Hacer inferencias sociales: Interpretar señales sociales y extraer conclusiones dentro de situaciones sociales. Por ejemplo. Ser capaz de reconocer qué tipos de comportamiento son o no son formas de acoso escolar.

II) Durante un Incidente de Acoso Escolar

Como resultado de ser víctima de un incidente de acoso escolar, es probable que un/a niño/a exprese una amplia gama de emociones negativas.

Ser capaz de controlar estas emociones y alejarse de la escena del incidente de acoso escolar son habilidades esenciales para garantizar que el/la niño/a se mantenga a salvo.

Habilidades Sociales Necesarias

a) Regulación de la emoción: Poder controlar tus sentimientos. Por ejemplo poder controlar tu ira.

b) Habilidades de resolución de conflictos: Poder resolver un conflicto a medida que surge. Por ejemplo, poder pensar rápidamente en una solución que posiblemente satisfaga a los dos niños involucrados en un conflicto.

c) Confianza en dirigirse a los demás: Ser firme y asertivo; ser capaz de responder asertivamente a los comentarios negativos que un/a compañero/a de curso puede hacer acerca de tu apariencia, capacidades o intereses. Por ejemplo respondiendo al comentario de un/a compañero/a de curso, como «Tu pelo se ve horrible», diciendo «Esa es tu opinión».

d) Habilidades para resolver problemas: Elegir un comportamiento adecuado en diferentes situaciones sociales. Por ejemplo, saber cuándo decirle a alguien que deje de hacer algo que te molesta o determinar cuándo y cómo pedirle ayuda a un adulto.

III) Después de un Incidente de Acoso Escolar

El acoso escolar puede tener un impacto devastador en el bienestar emocional de un/a niño/a, especialmente en el caso de los niños en el Espectro Autista, que ya pueden sentirse excluidos por sus compañeros y la comunidad escolar.

Además de fomentar su confianza, las actividades de seguimiento deben centrarse en ayudar a los niños a aprender a generalizar los incidentes para que sepan cómo responder en una situación similar en el futuro y para fomentar las habilidades sociales que necesitan para superar los sentimientos negativos que pueden experimentar cuando se encuentran con los niños que los han molestado ​​diariamente en el colegio.

Habilidades Sociales Necesarias

a) Habilidades para resolver problemas: Elegir un comportamiento apropiado en diferentes situaciones sociales. Por ejemplo, saber cómo reconocer un incidente de acoso escolar similar en el futuro y cómo reaccionar ante él.

b) Toma de perspectiva y habilidades de empatía más amplias: Las habilidades de empatía te pueden ayudar a adaptarte a estar en el mismo ambiente escolar que los niños que te han molestado. Interesarte en las perspectivas de otros niños también puede ayudarte a formar nuevas amistades y así aumentar tu autoestima.

c) Regulación de la emoción: Poder controlar tus sentimientos. Por ejemplo aprender a controlar las emociones negativas que surgen debido a tu experiencia previa de acoso escolar y reaccionar positivamente a los encuentros sociales con tus compañeros.

Identificar las principales habilidades sociales a las que los niños pueden recurrir en cada etapa de un incidente de acoso escolar y brindar instrucción explícita sobre estas habilidades, paso a paso, puede ayudar considerablemente a los niños en el Espectro Autista a enfrentar los incidentes de acoso escolar más eficazmente.

Este tipo de entrenamiento en habilidades sociales específicas se puede lograr utilizando una amplia gama de métodos, como la intervención especializada (intervención grupal, individual o mediada por pares) y recursos basados ​​en escenarios de situaciones sociales basadas en juegos de roles y en imágenes que incita a los alumnos a hacer inferencias sociales y a encontrar soluciones a los problemas de interacción social.

Fuente: Natsa, S. (2015). 7 Key Social Skills to Help Children with Autism Cope with Bullying. Upbility.net. Recuperado de (https://upbility.net/blogs/news/17371485-7-key-social-skills-to-help-children-with-autism-cope-with-bullying). Traducido por Maximiliano Bravo.

¿Qué NO es Acoso Escolar?

Cuando se habla de acoso escolar, es muy importante que los padres, los profesores y los niños comprendan qué no es acoso escolar. Muchas veces, un solo acto o comportamiento supera toda proporción racional,  pero no se le considera como acoso escolar.

Algunas personas piensan que el acoso escolar es un comportamiento agresivo y, aunque tales comportamientos son motivo de preocupación y necesitan atención, es importante separarlos del acoso escolar. Para cerrarle la puerta a la histeria y la irracionalidad, definiremos acoso escolar como «abuso de poder recurrente y deliberado«.

No es fácil para los niños entender la diferencia entre un acto deliberado y un acto accidental, pero resulta sorprendente que muchos adultos también hablen sobre cosas que les hicieron los demás como si las hubieran hecho intencionalmente para lastimarlos. Tal percepción es muy peligrosa, porque hasta el acto de conflicto más insignificante, hecho sin ninguna intención maliciosa, puede intensificarse y convertirse en un gran conflicto.

Al igual que en cualquier comunicación, ya sea verbal o no verbal, hay dos participantes involucrados. El acoso escolar es una forma de comunicación y depende no solo del emisor sino también del receptor. Para que un incidente sea considerado como acoso escolar, el agresor debe querer lastimar a alguien y la víctima debe percibir el incidente como un acto deliberado de abuso de poder.

Es muy importante que la víctima sepa qué es lo que no es acoso escolar para asegurarse de que cuando las cosas le parezcan perjudiciales, no entren inmediatamente en la categoría de acoso escolar, porque la forma para superar el acoso escolar es diferente de la forma de superar otros actos dañinos. 

A continuación, aquí está una lista de incidentes que NO son acoso escolar.

I) No Llevarte Bien con Alguien: Es muy natural que no nos agraden todos los que están a nuestro alrededor y, por muy desagradable que sea saber que alguien no le agradas, los mensajes verbales y no verbales que dicen «No me agradas» NO son actos de acoso escolar.

II) Exclusión: Una vez más, es muy natural que las personas se reúnan con un grupo de amigos y no podemos ser amigos de todos, por lo que es aceptable que cuando los niños hacen una fiesta o jueguen durante el recreo, incluyan a sus amigos y excluyan al resto. Es muy importante recordarles a los niños que a veces ellos hacen lo mismo y, aunque la exclusión es desagradable, NO es un acto de acoso escolar

III) Tropezar Accidentalmente con Alguien: Cuando las personas tropiezan con otras personas, la reacción depende principalmente del estado de ánimo de la persona con quien acabas de tropezar. Si ha tenido un mal día, pensará que fue un acto de comportamiento agresivo, pero si está de buen humor, te responderá con una sonrisa y te ofrecerá una disculpa. Esto también es relevante para los deportes, como cuando los niños que juegan a la pelota golpean a alguien en la cabeza. Es muy importante que los profesores y los padres expliquen que a veces ocurren accidentes sin ninguna mala intención y es importante no crear un gran conflicto, porque NO son un acto de acoso escolar.

IV) Hacer que Otros Niños Hagan las Cosas de Cierta Forma: De nuevo, este es un comportamiento muy natural. Querer que las cosas se hagan a nuestra forma es normal y no es un acto de acoso escolar. Para asegurarnos de que los niños no caigan en conductas agresivas o «mandonas», debemos enseñarles asertividad. Si tus hijos llegan a casa y se quejan de que Juanita es muy mandona y siempre quiere que las cosas se hagan a su forma, puede mostrarles que eso también es lo que quieren y que Juanita es miserable, porque no es lo suficientemente flexible y sufrirá durante toda su vida por insistir en que las cosas siempre las hagan a su forma. De nuevo, aunque no es divertido ni agradable, NO es un acto de acoso escolar.

V) Hacerle Una Broma a Alguien Una Sola Vez: Burlarse de otras personas no es divertido para ellas, pero la diferencia entre tener sentido del humor y burlarse de alguien es una línea muy fina. Es importante enseñarles a los niños (y a los adultos) que las cosas que dicen como bromas también deberían ser divertidas para los demás. Si no, deberían detenerse. A menos que ocurra una y otra vez y se haga deliberadamente para lastimar a alguien, hacerle bromas a los demás NO es un acto de acoso escolar.

VI) Discutir: Las discusiones son acalorados desacuerdos entre dos (o más) personas (o grupos). Es natural que las personas tengan diferentes intereses y discrepen en muchas cosas. Piénsalo, la mayoría de nosotros tenemos desacuerdos con nosotros mismos, por lo que es muy comprensible tener desacuerdos con los demás. Una discusión en sí misma NO es un acto de acoso escolar, aunque algunas personas convierten las discusiones en acoso escolar, porque quieren ganar a toda costa. Usan todos los medios para obtener lo que quieren y encontrar una debilidad en la otra persona, abusar del conocimiento o la confianza que han adquirido y usarla contra la otra persona. Es muy importante distinguir entre los desacuerdos naturales y el acoso acoso escolar durante una discusión.

VII) Expresar Opiniones Negativas con Respecto a los Demás: Nuevamente, la comunicación requiere al menos dos participantes. Aunque puede ser desagradable escuchar lo que alguien piensa de ti, NO es un acto de acoso escolar, sino algo muy natural. En cada comunicación, hay desacuerdos y alguna tipo de juicios sobre la actitud y el comportamiento de los demás. Si alguien te dice: «Creo que este no fue un gesto agradable» o «Me insultaste cuando dijiste esto«, esto NO es un acto de acoso escolar, sino una opinión personal expresada.

VIII) Incidentes Aislados de Hostigamiento, Conductas Agresivas, Intimidación o Mezquindad: La definición de acoso escolar establece que hay una repetición en el comportamiento. El acoso escolar es una conducta consciente, repetitiva, hostil y agresiva de parte de una persona o grupo de personas que abusa de su posición con la intención de lastimar a los demás o de obtener poder real o percibido. Por lo tanto, cualquier cosa que suceda una vez NO es un acto de acoso escolar. Como padres, es importante prestar atención a lo que le dicen sus hijos y descubrir si las cosas suceden más de una vez.

Todos los comportamientos anteriores son desagradables y deben intervenirse, pero no deben tratarse como acoso escolar. Muchas veces, etiquetar un solo acto de agresión puede convertirlo en acoso escolar simplemente al percibirlo de esa forma.

Fuente: Baras, R. (2010). What is NOT Bullying?. Family Matters Practical Parenting Blog. Recuperado de (https://www.ronitbaras.com/emotional-intelligence/personal-development/what-is-not-bullying/). Traducido por Maximiliano Bravo.

No Más Etiquetas: Una Solución al Problema del Acoso Escolar Poniendo Énfasis a la Tolerancia y Empatía

El acoso escolar es un tema controversial. Los suicidios causado por tales incidentes han impulsado que el acoso escolar reciba abundante atención mediática en muchos países.

Cada vez son más los colegios que eligen implementar políticas diseñadas para proteger a las víctimas y reprimir a los agresores. En algunos colegios, sin embargo, estos esfuerzos están superando la educación sobre el acoso escolar y las condiciones que incitan a los jóvenes a participar en ello.

Por el bien de todos los alumnos, ha llegado el momento de examinar profundamente dos preguntas claves: ¿Por qué los niños agreden a sus pares? y ¿Cómo podemos ayudarlos?

I) ¿Por qué los niños agreden a sus pares?

El acoso escolar es una conducta, no una identidad. Para que una conducta califique como acoso escolar, deben existir dos condiciones:

  • El agresor debe manifestar intenciones de agredir a alguien menos poderoso.
  • La conducta debe ser repetida.

La conducta de un niño puede cumplir estas condiciones en algunas situaciones, pero en otras no, lo que deja a los colegios, los padres y los investigadores buscando motivos subyacentes.

Jaana Juvonen, profesora de psicología del desarrollo en la Universidad de California, Los Ángeles, explora los motivos de poder y control en su investigación sobre el acoso escolar. «Estamos hablando de una conducta estratégica que existe para cumplir un propósito específico, satisfacer una necesidad. Y tal necesidad es poder controlar a los demás«, dice Juvonen. «Estos son niños que están deliberadamente e intencionalmente tratando de agredir a sus pares. Quieren dominar y sentirse poderosos. Entonces la pregunta en términos de cómo ayudar [a un niño que] agrede a sus pares es la siguiente, «¿Por qué tienen esta necesidad de control y poder?»

Al intentar responder a esta pregunta, Juvonen ha notado que el acoso escolar incrementa vertiginosamente durante los períodos de transición, en particular la transición de la educación básica a la educación media.

«Es durante estos períodos de incertidumbre social donde algunos niños recurren a medios primitivos para establecer una jerarquía social«, dice. «Cuando entras en un nuevo entorno social, realmente no tienes idea de dónde te ubicas, cuál es tu rango, quiénes tus amigos y enemigos. Es útil tener esta jerarquía de dominio«.

Por qué algunos niños siguen este camino y otros no lo hacen no está bien establecido. Lo que está claro es que los niños agresivos a menudo perciben las interacciones, e incluso expresiones faciales, ambiguas como negativas o amenazantes. Kara Penniman, una trabajadora social en Columbus, Ohio, señala que los niños que agreden a sus pares a menudo piensan que su conducta es justificada porque los demás «les tienen malas», y esta creencia afecta a un ciclo de interacciones negativas.

«Muchos niños que exhiben conductas agresivas a menudo no se ven como particularmente poderosos«, explica Penniman. «A veces ellos mismos están experimentando intimidación, amenazas y problemas de control con otras personas, por lo que puede ser muy común que se vean a sí mismos como víctimas«.

En última instancia, sin embargo, todos los jóvenes que exhiben conductas agresivas, independiente si hayan sido víctimas de agresión o no, están utilizando el acoso escolar como una herramienta para satisfacer una necesidad fuerte, dice Juvonen.

«[Hay] trayectorias cíclicas increíblemente poderosas«, dice ella. «Los niños aprenden que existe esta necesidad insatisfecha de sentirse poderosos, de poder controlar a los demás, entonces actúan de cierta manera y son recompensados«. Sin embargo, estas recompensas sólo existen a corto plazo.

De acuerdo con los expertos en acoso escolar Dan Olweus, Sue Limber y Sharon F. Mahalic, el 60% de los niños que agredieron a sus pares tenían al menos una condena penal a los 24 años; 40% tenía tres o más condenas. Un estudio reciente publicado en el Journal of the American Medical Association informó que los niños que agredieron a sus pares tenían un riesgo mayor de depresión, trastornos conductuales, abuso de sustancias y suicidio.

II) ¿Cómo podemos ayudarlos?

Los efectos dolorosos del acoso escolar llevan a muchos educadores a enfocarse en la justicia y la seguridad para los alumnos que son elegidos como víctimas y sienten desprecio por los responsables de su dolor, un enfoque que a menudo resulta en duras medidas disciplinarias, como suspensiones, e incluso, expulsiones.

Estas medidas de tolerancia cero pueden parecer sensatas, pero Juvonen y la mayoría de los expertos que estudian disciplina escolar advierten en contra de las políticas que convierten a los colegios en lugares amenazantes e confusos. Juvonen señala que además de no abordar las causas del acoso escolar, tales tácticas duras fomentan la percepción de que los niños no les queda más opción que pelear.

Las intervenciones más eficaces no se enfocan en una sola categoría de niños, sino que reconocen que todos los alumnos se benefician cuando los colegios capacitan a los niños y les enseñan acerca de cómo desarrollar relaciones sanas con sus pares.

III) Apoyar a los alumnos en riesgo.

Adoptar un programa integral diseñada para promover las competencias socioemocionales es una excelente manera de apoyar a los alumnos en riesgo de agredir a sus pares. Judy Kerner, profesora de educación especial y especialista en apoyo conductual, enseña una de esas clases y trabaja en estrecha colaboración con los niños que agreden a sus pares. Ella enseña habilidades que modifican los patrones cognitivos de sus alumnos, no sólo sobre los demás, sino también sobre ellos mismos.

Penniman, como Kerner, encuentra que las conversaciones individuales entre educadores o consejeros calificados y los niños pueden ser efectivas. A ella le gusta preguntarle a los niños qué modelos conductuales están imitando cuando actúan agresivamente y si las estrategias que usan están funcionando. Este enfoque abre una conversación en la que la perspectiva de los niños es fundamental para el diálogo.

«También hago psicoeducación sobre algunas de las consecuencias a largo plazo del acoso escolar«, dice Penniman. «Así que, proporcionando información sobre cuál es el impacto para los agresores y cuáles son algunas de las consecuencias que sufrirán a largo plazo en términos educativos y laborales«. Ella no entrega esta información como una amenaza, sino como una herramienta para capacitar a los alumnos para que asuman el control de sus decisiones y su futuro.

IV) Enfatizar los períodos de transición

Para los alumnos predispuestos a conductas agresivas, cambiarse de colegio puede ser el catalizador que los lleva a agredir a sus pares.

Los programas de mentores o acompañantes pueden ayudar a los alumnos experimentando transiciones a sentir menos miedo. Los programas de puentes o tutorías durante el primer año brindan una excelente oportunidad para que los alumnos desarrollen relaciones sanas y hablen sobre la cultura escolar dentro de un pequeño grupo de trabajo en casa que promueve el aporte de los alumnos. Para los niños con un riesgo particular, los educadores pueden implementar un plan de transición formal o informal. Esto puede incluir visitas regulares o visitas escolares con padres, hermanos, terapeutas, ex profesores o cualquier persona que los niños identifiquen como una fuente positiva de apoyo.

V) Cambiar el lenguaje sobre el acoso escolar

Muchos educadores piensan que el término «matón» se ha convertido en una palabra pegajosa mal definida que contribuye al pensamiento dicotómico (los matones son malos, las víctimas son inocentes) y fomenta la implementación de enfoques de tolerancia cero. Penniman dice que rara vez, si alguna vez, utiliza la palabra con sus clientes.

«Es más o menos inflamatorio para la mayoría de los niños porque a menudo los colegios tienen una política de tolerancia cero hacia el acoso escolar«, explica. «Así que si los niños reconocen que como una conducta cultural común dentro de su grupo de pares ellos más o menos están admitiendo algo que es completamente intolerable en su colegio, entonces no hay mucho espacio para que hablan sobre hacer cambios o sobre crecimiento personal o hacer algo diferente«.

Los expertos recomiendan hablar en cambio de relaciones, conductas y decisiones sanas. Idealmente, los colegios deben capacitar a todo su personal para alinear la forma en que hablan acerca de estas expectativas para que los alumnos escuchen mensajes consistentes. Hablar de empatía y decisiones relacionales también desmantela la percepción de que ser un «matón» es una identidad fija.

VI) Mira hacia el futuro

La empatía es clave, no sólo para abordar el acoso escolar, sino también para los educadores. Es importante recordar que estos «niños difíciles» siguen siendo niños, y la ventana de oportunidad para trabajar con ellos es pequeña.

El colegio es un escenario social en el que los alumnos intentan desempeñar roles, dice la bloguera y experta en estudios culturales Alissa Sklar. Sin orientación y alternativas, los alumnos agresivos pueden encontrar que el papel de «matón» se vuelve cada vez más rígido, un resultado con consecuencias potencialmente devastadoras para ellos y sus pares.

«Una gran parte de las retóricas del acoso escolar pinta a los niños que son agresores como ogros o monstruos«, dice Sklar. «Pero haciendo esto, estamos realmente haciéndole un flaco favor a todos. Nos estamos perdiendo una oportunidad de oro para enseñarles. Tenemos que recordar que los niños que [agreden a sus pares] siguen creciendo. Cuando los ayudamos, también estamos ayudando a aquellos que eligen como sus víctimas«.

VII) Ciberacoso

El acoso escolar y la tecnología se superponen a tal grado que abordar uno requiere abordar el otro. Se les pide cada vez más a los colegios que respondan a incidentes de ciberacoso que no ocurren en la propiedad escolar, sino que se impregnan en nuestra cultura.

Alissa Sklar, experta de juventud y medios de comunicación, recomienda que los educadores tomen un rol de liderazgo proactivo en educar a sus alumnos, especialmente a los niños que exhiben conductas agresivas, sobre la ciudadanía digital y las dinámicas única del ciberacoso.

Lo básico:

  • Los teléfonos y pantallas computarizadas llevan a muchas personas a comportarse de manera distinta a como se comportan en persona. Las pantallas, sin embargo, no disminuyen el doloroso impacto del lenguaje e imágenes dañinas o insultantes.
  • Agredir a otra persona online puede magnificar las consecuencias perjudiciales para la víctima debido a la naturaleza pública de la agresión. El ciberacoso también puede potencialmente magnificar las consecuencias para los perpetradores.
  • Cualquier cosa comunicada digitalmente es infinitamente replicable e imposible de eliminar. Nadie puede realmente «recuperar» lo que se publica en Internet.
  • La proliferación de la tecnología (en particular los smartphones) significa que las víctimas de acoso escolar ya no pueden sentirse seguras en su hogar, entre sus amigos o incluso al cambiarse de colegio.

VIII) Justicia restaurativa

La justicia restaurativa puede ser una herramienta importante en la prevención del acoso escolar, pero los expertos advierten que estas intervenciones, particularmente la mediación, siempre deben ser facilitadas por miembros capacitados del personal escolar. Si su colegio no tiene acceso a mediadores profesionalmente capacitados, considere otras intervenciones.

Fuente: Van der Valk, A. (2013). There Are No Bullies. Teaching Tolerance – Diversity, Equity and Justice. Recuperado de (http://www.tolerance.org/magazine/number-45-fall-2013/there-are-no-bullies). Traducido por Maximiliano Bravo.