¿Realmente Somos Amigos? Consejos De Personas Autistas Sobre Cómo Formar Amistades Satisfactorias

“Quiero encontrar amigos que realmente quieran pasar el rato conmigo. No solo personas amables, sino personas que me hacen sentir parte integral de su grupo”.

Los padres, profesores y autoridades organizativas enseñan bondad e inclusión formalmente e informalmente. Fomentan las interacciones sociales a través de citas para jugar e invitaciones de cumpleaños extendidas a clases enteras o equipos deportivos. También podrían alentar el intercambio de juguetes o artículos para el almuerzo. Las escuelas también implementan programas anti-acoso escolar que administran consecuencias negativas por acoso o exclusión social y recompensas positivas por acciones inclusivas. Todos estos son pasos positivos para sentar las bases de una experiencia inclusiva.

Pero necesitamos más que agregarnos a una lista de invitados o sobrevivir en los pasillos del colegio sin acoso escolar. Las amistades no se forman mágicamente. La sociedad puede aprender a adaptarse a las personas Autistas para que se sientan más cómodas en situaciones sociales. Sin embargo, esto no necesariamente facilita la formación de amistades. La interacción social significativa tiene más matices y requiere un compromiso sustancial y regular. A continuación se presentan algunas sugerencias para encontrar amigos «reales» basadas en recomendaciones de personas Autistas que han navegado por la escena social en sus colegios.

¿Cómo determinar si tus amigos son “reales”?

  • Te han pedido que compartas su información de contacto con ellos. Alguien podría pedirte tu número de teléfono o tu dirección de correo electrónico, por ejemplo. La alternativa (situación menos deseable): descubrir que ya existe un chat grupal desde hace un tiempo y luego tener que pedirle a alguien que te agregue a él. Es agradable ser invitado a un chat grupal en lugar de tener que pedir unirse y ver a tus «amigos» dudar mientras consideran si eres digno de participar en su conversación en curso.
  • Hay una conversación equilibrada. Un buen equilibrio de conversación hace que ambas personas inicien la discusión de forma más o menos equitativa. Si tienes que iniciar la conversación todo el tiempo, es posible que empieces a sentir que a la otra persona no le gusta poder contactarte tanto como lo haría un verdadero amigo. Debe haber voluntad de comunicarse sin el sentimiento de que uno tiene que responder sólo para satisfacer a la otra persona.
  • Te han invitado a actividades o simplemente a pasar el rato. A veces no está claro si otras personas te han invitado intencionalmente o como complemento. A continuación se muestra un ejemplo de un adolescente Autista; «Recuerdo cuando algunos de mis amigos estaban haciendo planes para ir al centro comercial. Esto fue en nuestro chat grupal de 18 personas. Seguí preguntando, principalmente porque no sabía, si me invitaron a ir con ellos o si alteraría su vibra. ¡Al menos avíseme si me invitan específicamente la próxima vez! Si va a invitar a alguien, especialmente a alguien como yo que quizás no se relacione tan bien con los demás, envíele un mensaje directo. ¡Así lo saben!»
  • Tus amigos te han preguntado cómo pueden acomodarte mejor. Los verdaderos amigos estarán interesados en hacer acomodaciones que hagan que sea más probable que pases tiempo con ellos. Es posible que le pregunten sobre qué acomodaciones necesitas con anticipación o que hagan planes con los que saben que es más probable que se sientas cómodo porque se han tomado el tiempo para conocerte a ti y tus necesidades/preferencias.

¿Cómo/dónde encontrar amigos “reales”?

  • Reuniones de intereses mutuos. Los intereses mutuos unen a las personas. Proporcionan un terreno común para la conexión, un sentido de pertenencia y oportunidades para aprender y construir amistades.
  • Clases en el colegio. Es posible que tengas muchos grupos diferentes de personas con los que te reunirás regularmente en el colegio. Naturalmente, estas personas compartirán muchas experiencias y cargas académicas comunes. Tendrás personas con quienes hablar sobre tareas, exámenes, trabajos de clase, fechas de entrega y estudios.
  • Conexiones mutuas. Otra forma de conocer amigos potenciales es a través de conexiones mutuas. Las personas que te conocen podrían presentarte a otras personas con las que creen que te llevarás bien.
  • Eventos escolares/sociales organizados. Fiestas bailables, partidos de fútbol, partidos de basquetbol, paseos de cursos, etc. A estos eventos asisten muchas personas diferentes y te ofrecerán algunos niveles de libertad ya que no hay un horario estructurado y la mayoría de los asistentes pueden socializar cuando y con quien. Ellos deciden.
  • Comunidades online. La Internet ha hecho que sea más fácil que nunca conectarse con personas de todo el mundo. Esto ha llevado a una proliferación de comunidades en línea, donde las personas pueden encontrar otras con intereses similares y experiencias compartidas. Si bien las interacciones online conllevan riesgos, también pueden brindar oportunidades para conectarse con personas positivas y solidarias que crean un sentido de pertenencia y apoyo para las personas que se sienten aisladas o marginadas.

Fuente: Gensic, J. (2023). Are We Really Friends? Advice from Autistic People on forming meaningful friendships. JKP Blog. Recuperado de (https://blog.jkp.com/2023/08/establishing-real-friendships/). Traducido Por Maximiliano Bravo.

¿Cómo Ser El/La Profesor/a Que Tus Alumnos En Espectro Autista Necesitan?

Son muchos los ejemplos de profesores que han denigrado, maltratado o silenciado a sus alumnos en el Espectro Autista.

Tales alumnos les han asignado hacer tareas monótonas y repetitivas muy por debajo de sus capacidades. Han llegado a creer que son «flojos» o «lentos» porque eso es lo que han escuchado una y otra vez cuando la verdad es que su ritmo de aprendizaje es distinto al de sus compañeros. E incluso han llegado a rechazar ir al colegio porque no se sentían seguros ni apoyados allí tras la exclusión que han sufrido a lo largo de los años.

Y los profesores han hecho todas esas cosas y otras mucho peores sin darse cuenta del daño que le están causando a sus alumnos que viven la condición.

¡Tú puedes ser mejor!

Tú puedes ser el/la profesor/a que tus alumnos necesitan. Puedes celebrar al Espectro Autista mientras te apegas a estándares más altos. Puedes proporcionar una educación sólida, igualdad de acceso al plan de estudios y una vida de autonomía y sueños.

Comienza con esto:

I) Cree que tus alumnos en el Espectro Autista son capaces

¿Qué crees acerca de sus alumnos? ¿Qué historias y estereotipos has interiorizado? Porque no puedes darles a tus alumnos lo que necesitan hasta que construyamos una creencia profunda de que son capaces y dignos tal como son. No necesitan ser reparados. No necesitan ser «normales».

Puede comenzar llenando tus redes sociales con voces realmente Autistas. Investigar el modelo social de la discapacidad. Aprender acerca de tus alumnos en el Espectro Autista con esta información es más importante que un rígido programa de contenidos curriculares. Es demasiado fácil usar nuevas herramientas pero continuar con viejos patrones. Este cambio te permitirá comenzar a ver a tus alumnos. Notarás la forma en que resuelven problemas y perseveran. Notarás su conocimiento y lo creerás sin necesidad de probarlo. Verás la alegría y la celebración de acompañar a un niño en la búsqueda de sus pasiones, simplemente porque sí.

Estarás comprometido/a con los sistemas de comunicación con todas las palabras. Te darás cuenta de que nadie necesita atención conjunta neurotípica antes de tener una voz. Te darás cuenta de esto porque escucharás sus voces todo el día, incluso cuando no estén hablando. Querrá explorar la lectoescritura, las matemáticas y la escritura creativa. Te darás cuenta de que nadie necesita superar algún número en una prueba de coeficiente intelectual o sostener un lápiz para acceder a una educación integral; solo necesita respaldar su acceso a él. Cada uno de tus alumnos puede ser un miembro valioso de su comunidad, tal como es.

II) Empoderar las voces de tus alumnos

Apoyar las voces de los alumnos en el Espectro Autista es el trabajo más importante que tenemos.

Nuestra primera prioridad debe ser dar a los alumnos acceso a un sistema completo de idiomas. El sistema puede ser de alta tecnología, baja tecnología o tecnología media, pero debe ser más que unas pocas opciones, más que solo nombres. Tus alumnos necesitan sustantivos, verbos, pronombres, acciones, palabras con sentimientos… todos los sentimientos.

Necesitan palabras para protestar, palabras para quejarse y palabras para decirnos que no les gusta lo que estamos haciendo. Necesitan acceso al alfabeto. Necesitan sistemas que puedan usarse hoy y adaptarse para el mañana. Necesitan personal de apoyo que no limite sus palabras basándose en estereotipos dañinos o creencias intolerantes. Necesitan que escuchemos lo que ya están diciendo, que elevemos y expandamos su voz actual, que dejemos de creer que el habla, o incluso las palabras, son las únicas formas válidas de comunicarse.

Todo se reduce a esto: no hay daño en proporcionar acceso a todas las palabras. No hay daño en modelar el lenguaje todo el día todos los días en una forma a la que los estudiantes puedan acceder y generar. Así que esto es lo que hacemos: proporcionar acceso a múltiples formas de comunicarse. Modele vocabulario y mensajes sin expectativas, sin perforar, sin perder la autonomía que es inherente a tener una voz.

Entonces escucha.

III) Respetar el «no» de cada alumno

Con demasiada frecuencia, a los alumnos en el Espectro Autista les dicen: «no decimos que no a los profesores» o, lo que es peor, les manipulan sus cuerpos para que realicen una acción cuando se resisten. Necesitas reconocer que el “no” tiene muchas formas: empujar objetos, caer al suelo y, a veces, cuando nos negamos a escuchar, agresión. Todos estos “comportamientos” son resistencias al despojo de la autonomía de un estudiante. ¿No haríamos todos lo mismo?

Los niños y adultos con discapacidades son abusados ​​a tasas más altas que las personas neurotípicas o sin discapacidad. Cuando ignoramos la negativa de un/a alumno/a, cuando manipulamos sus cuerpos sin consentimiento, les estamos diciendo que decir “no” es aceptable. Les estamos diciendo que sus cuerpos no son suyos.

A los alumnos se les debe permitir decir que «no». Y también puedes ayudar a los alumnos a elaborar compromisos, porque casi siempre hay una forma de satisfacer las necesidades tanto del profesor como del alumno. Pero si no lo hay, entonces las necesidades del alumno son lo primero. Quizás te tomes un descanso y vuelvas a la actividad. Quizás te des cuenta de que necesitas aumentar las acomodaciones, o adaptar la actividad. Tal vez te des cuenta de que te equivocaste o necesitas disculparte. Todas las cosas te hacen mejor, no más débil. El verdadero liderazgo en el salón de clases proviene de relaciones llenas de respeto, no de reglas autoritarias.

IV) Satisfacer las necesidades sensoriales

Las necesidades sensoriales no son una elección.

Es necesario crear un ambiente que permita las diferencias sensoriales, con una variedad de herramientas para que las usen todos los alumnos. Básicamente: ¡Dejarlos ser!. La mejor forma de crear un plan a la medida las necesidades sensoriales de un/a niño/a es priorizar sus preferencias individuales. Desafortunadamente, las discusiones de los profesores se convierten en «moldear» la necesidad sensorial de un/a alumno/a en algo cómodo para el resto del grupo. Luego, el/la profesor/a decide qué, cuándo y dónde es aceptable que el/la alumno/a exprese su necesidad. Esto no está bien. Esto es pedirles a tus alumnos en el Espectro Autista que se camuflen para tu conveniencia.

Un salón de clases sensorialmente amigable para los alumnos en el Espectro Autista, por ejemplo, tiene espacios para estar tranquilos, espacios para hacer ruido, una amplia variedad de artículos para hacer stimmings tan diversos como agitar o masticar. Ellos tienen permitido estar de pie, sentarse en diferentes sillas, caminar y estar en el espacio de cualquier forma que funcione para su cuerpo. Para los alumnos que aún no saben lo que necesitan, exploramos y jugamos con estos elementos a medida que descubren qué los hace sentir seguros y cómo defenderse a sí mismos.

El mayor temor es que estas cosas distraigan. O: «¡Pero entonces todos querrán usarlo!» ¿Y eso qué? Este también era el temor cuando los salones de clases comenzaron a usar asientos flexibles, pero los profesores aprendieron rápidamente que esto ayuda a todos los alumnos. Si cambiamos nuestra cultura social a una de aceptación y acomodación, entonces puedes enfocarte en satisfacer las necesidades de tus alumnos en lugar de eliminar las distracciones. Esto será mucho más satisfactorio para todos.

V) Crear previsibilidad

Esta es una de esas cosas que pueden ser difíciles de entender para un cerebro no Autista. Muchas personas anhelan el cambio y la novedad, pero tus alumnos no suelen ser esas personas. Es comprensible la ansiedad que surge con los cambios de horario o los artículos extraviados del salón de clases. Estas parecen pequeñas cosas, pero no se sienten pequeñas para sus cuerpos.

Cuando estructuramos nuestras rutinas de clase, aumentamos la capacidad de tus alumnos para mostrar sus habilidades. Creamos espacios donde tus alumnos pueden sentirse más en control de su mundo. Esto no solo significa previsibilidad en su horario escolar, aunque eso es importante. Significa previsibilidad en la forma en que respondes a tus alumnos. Significa previsibilidad en tus expectativas de trabajo. Significa establecer principios y fines claros para las asignaciones que les das. Significa que preparamos a tus alumnos cuando ocurrirá el cambio. Significa que te identificas con ellos cuando dicho cambio produce ansiedad o frustración.

Las estructuras visuales y basadas en texto pueden ser una ventaja increíble para establecer estas rutinas, y tienden a ser mis adaptaciones más utilizadas. Puede ayudar a caminar a sí mismo a través de tu día, tus lecciones, tus proyectos estudiantiles. ¿Qué se puede hacer explícito? ¿Qué recordatorios visuales puedes ofrecer? Fotos de expectativas? ¿Modelos del trabajo terminado? ¿Instrucciones escritas para corresponder con nuestras instrucciones verbales? Puede ser tan simple como un dibujo en una nota adherible o tan tecnológico como una agenda digital. No se trata de la herramienta en sí. Se trata de evaluar las necesidades de tus alumnos y satisfacerlas.

VI) Los adultos se adaptan y acomodan, no los alumnos

Los profesores deben ser los que cambien. En un mundo que pide a las personas en el Espectro Autista que se adapten todo el tiempo, los salones de clases pueden ser espacios seguros donde los adultos se adapten a los alumnos por una vez. Puedes adaptar la forma en que das instrucciones. Puedes adaptar tu trabajo. Puedes adaptar el ambiente físico. Puedes satisfacer las necesidades de tus alumnos.

Por ejemplo, cuando tu alumno/a en el Espectro Autista se sube a la mesa, considéralo como una una señal de que necesitas cambiar algo. Como mover los muebles. O incrementar las oportunidades de información propioceptiva. Crear imágenes para aclarar dónde él/ella puede subirse y dónde no. Cuando tu alumno/a no pueden mantenerse concentrado/a durante toda la duración de una historia temática, entonces puedes crear un texto adaptado. O incrementar las oportunidades de una respuesta activa. Permitir que los alumnos se paren y se muevan mientras escuchan. Cuando un/a alumno/a está en modo «luchar o huir», no recurras a forzarle a aceptar un «NO» rotundo. Piensa en lo que puedes cambiar para disminuir esta respuesta al estrés. Cambia, adáptate. Eso es ser el adulto en la habitación.

Los profesores deben estudiar el Diseño Universal para el Aprendizaje y las tecnologías asistivas y adaptativas. La lista de opciones es amplia, desde tiempo de espera y temporizadores hasta libros electrónicos y soportes de escritura digital. Las adaptaciones consisten en cambiar el entorno físico a través de rampas, iluminación y asientos. También tienen que ver con las adaptaciones en la presentación, las expectativas y el desempeño. Muchos profesores fueron alumnos en una cultura de pocas o nulas acomodaciones, lo que dificulta pensar fuera de esa caja. Deja que estas exploraciones amplíen tus herramientas para satisfacer las necesidades de tus alumnos. Las adaptaciones y la tecnología de asistencia proporcionarán equidad y acceso a tus alumnos si las adoptas como un elemento central de tu salón de clases. Acceso al plan de estudios general, a las aulas de educación general, a las actividades comunitarias y mucho más.

El futuro es accesible, si nos esforzamos para que así sea.

VII) Pregúntate: ¿por qué?

Esta pregunta es crucial.

Antes de decidir qué habilidad enseñar o que se debe cambiar un “comportamiento”, pregúntate por qué.

Desafortunadamente, cuando muchos de nosotros profundizamos, la respuesta suele estar ligada a normas neurotípicas de comportamiento o desarrollo. Todavía se gastan abundantes cantidades de dinero en investigación para eliminar los stimmings. ¿Por qué? Porque se ve diferente. Existen grupos de habilidades sociales. ¿Por qué? Porque queremos que las interacciones sociales se vean más «normales». Se pasan años en «saludos» o imitación vocal. ¿Por qué? Porque los niños neurotípicos hablan. Porque los niños neurotípicos saludan a los demás al entra a una tienda.

Estas razones no son válidas. Está bien que tus alumnos hagan stimmings. Está bien que sus conversaciones se vean diferentes. Está bien que quieran compartir sus pasiones. Está bien no decir «hola».

Necesitamos centrar nuestra atención en las habilidades que tus alumnos quieren, en habilidades que aumentarán su calidad de vida, mientras les permiten sentirse orgullosos de ser Autistas.

La educación especial dedica mucho tiempo al plan de estudios «funcional» y las habilidades «sociales». Sin embargo, ¿Cuánto tiempo dedicamos a algunas de las habilidades más funcionales: instrucción real de alfabetización? ¿Sentido de los números? ¿Autodefensa? ¿Proyectos que permitan a tu alumno/a explorar y expandir sus pasiones?

Y, lo que es más importante, ¿Cuánto tiempo dedicamos a enseñar a los alumnos neurotípicos las habilidades que necesitan para ser mejores amigos de sus compañeros en el Espectro Autista? ¿Sobre la creación de un salón de clases donde los niños neurotípicos acomoden a los niños en el Espectro Autista? Hemos estado pidiendo a tus alumnos que viven la condición que se adapten a nosotros durante décadas. No es justo. No está bien. Tiene que llegar a su fin.

VIII) “Comportamiento” significa que algo anda mal

Seamos claros: La palabras “comportamiento” está entre comillas porque esa palabra se usa de forma dañina con los alumnos en el Espectro Autista. La cultura de la educación especial etiqueta todo lo que no le gusta como “comportamiento” que debe reducirse o eliminarse. Me refiero a signos de angustia, como llanto, agresión, autolesiones o bloqueo. Estas no son cosas para eliminar. Estas no son cosas para reforzar o ignorar.

Son señales de que algo ha ido mal para tus alumnos.

A los niños les va bien cuando se sienten bien. Si no están haciendo algo bien, significa que no pueden hacerlo bien. Esto no es una cuestión de motivación o fuerza de voluntad; se trata de que las expectativas ambientales excedan las habilidades y capacidades que poseen tus alumnos en ese momento. No puedes simplemente rastrear «lo que sucede después» y manipular el ambiente para deshacernos de las cosas que nos hacen sentir incómodos. La vida existe más allá de la atención, lo tangible, el escape y el refuerzo automático.

Debes empatizar con tus alumnos. Debemos escuchar sus voces. Debemos tomar nota de hacia qué gravitan para calmarse a sí mismos. Debemos dar descansos, reducir exigencias y estar presentes. Esto no significa estar en su espacio, a menos que ellos lo deseen. Significa que escuchamos, en lugar de tratar de encontrar la forma más rápida de superar un «comportamiento».

Después de que pasa el momento difícil, trabajamos con tus alumnos para hacer los cambios que necesitan. Examinamos el horario de tu alumno/a, el ambiente sensorial, las adaptaciones y los apoyos. Puedes darte cuenta de que alguien no estaba respetando la voz de tus alumnos, especialmente si dijeron o indicaron “no”. Es posible que descubramos que alguien estaba suprimiendo los estímulos y otras habilidades de afrontamiento que necesitan tus alumnos en el Espectro Autista. Es posible que necesitemos intercalar descansos más frecuentes o proporcionar acceso a una herramienta diferente (por ejemplo, texto a voz, CAA, asientos flexibles, preparación, esquemas visuales o un millón de otras estrategias). La conclusión es que nos adaptamos y acomodamos, no eliminamos.

También nos aseguramos de trabajar con sus familias para garantizar que reciban el apoyo médico que necesitan. El dolor Autista se ignora con demasiada frecuencia por los profesores médicos. Ellos necesitan un equipo estuviera dispuesto a escuchar su voz y tratar su dolor. La mayoría de los niños y adultos en el Espectro Autista pasan demasiado tiempo antes de que alguien los escuche.

Conclusión: Tú puedes y debes hacerlo mejor

Muchos adultos en el Espectro Autista han sentido que sus profesores nunca los escuchaban. Recuerdan llorar en el suelo. Recuerdan ese dolor de tener necesidades insatisfechas. Recuerdan el agobio de camuflarse tan intensamente, todos los días. Y un largo etcétera.

Todo lo anterior sin distinguir entre alumnos hablantes y no hablantes, Más aún habiendo logrado a duras penas tener un buen rendimiento académico… Es aún más doloroso que tus alumnos sigan sintiéndose completamente excluidos en el ambiente escolar.

Entonces así serás él/la profesor/a que tus alumnos necesitan: Escuchando sus voces Autistas. Deja que ellos te digan lo que necesitas hacer.

Fuente: Miss A. (2019). HOW TO BE THE TEACHER OUR AUTISTIC STUDENTS NEED. Thinking Autism Guide. Recuperado de (https://thinkingautismguide.com/2019/09/how-to-be-teacher-our-autistic-students.html). Traducido Por Maximiliano Bravo.

Aceptación Del Espectro Autista: ¿Cómo Celebrar Las Diferencias Puede Detener El Acoso Escolar?

La mayoría de los paradigmas de tratamiento se centran en la «normalización» de los comportamientos. Cuando consideramos que las formas de moverse, comunicarse e interactuar de los adolescentes son demasiado diferentes, muchos enfoques fomentan la alteración o extinción de esos comportamientos en lugar de honrarlos y celebrarlos.

Cuando hacemos esto, los niños neurotípicos están mirando.

Todos los días en los colegios, los alumnos son testigos del personal escolar que les recuerda a los adolescentes neurodivergentes que dejen de aletear, tararear o hablar en exceso sobre sus pasiones. Con demasiada frecuencia, etiquetamos estos comportamientos como irrelevantes, disruptivos o innecesarios. Los adultos que lo hacen tienen las mejores intenciones, pero pueden estar modelando inadvertidamente una falta de aceptación.

Cuando nos enfocamos en cambiar comportamientos sin considerar cómo estamos afectando el desarrollo de la autoconfianza de los niños, podemos estar haciendo más daño que bien a su desarrollo emocional. De hecho, podemos estar contribuyendo inadvertidamente a la sensación de aislamiento y vulnerabilidad del niño al acoso escolar.

Es importante recordar que los pares siempre están mirando. Ven a los profesores ignorar los comportamientos «no preferidos» como si fueran desviados. Por ejemplo, un adolescente en el Espectro Autista podría decir: “Aleteo cuando lo necesito”. Cuando apuntamos a tales comportamientos para el cambio, enviamos un mensaje confuso a sus compañeros.

¿Cómo podemos mejorar las cosas y prevenir el acoso escolar? Algunas ideas sobre por dónde empezar:

  • Los equipos de tratamiento deben considerar cuidadosamente los costos y beneficios de extinguir e ignorar ciertos comportamientos. ¿Es un comportamiento una respuesta al estrés? Si es así, la primera prioridad debe ser atender las emociones del niño a través de relaciones de apoyo. Nunca debemos ignorar intencionalmente una respuesta de estrés ni castigar a un niño por tenerla. Hacerlo solo sirve para aumentar los sentimientos de aislamiento del niño.
  • Ampliar la aceptación del movimiento, el pensamiento y otras diferencias. Por ejemplo, los profesores y otras personas en el equipo de apoyo de un niño deben explicar comportamientos como aletear, girar objetos o hablar sobre una gama limitada de intereses preferidos como diferencias humanas naturales. “Algunas personas solo necesitan mover sus cuerpos de forma diferentes”, es una explicación perfectamente buena. Los educadores pueden facilitar el diálogo compasivo, permitiendo que los niños hagan preguntas. Presentar las diferencias no como motivo de miedo o ansiedad, sino como aspectos intrínsecos y positivos de los niños neurodivergentes.
  • Reformular los comportamientos «atípicos» como parte de la experiencia humana, en lugar de algo que necesita un cambio. En lugar de referirse a intereses «restringidos», llámelos intereses «preferidos» y celébrelos en lugar de menospreciarlos, mostrando entusiasmo por cuánto sabe un niño sobre un tema.

Necesitamos reconsiderar las ideas construidas socialmente de nuestra cultura sobre las diferencias inherentes al Espectro Autista y otras condiciones neurodivergentes. Si los adultos modelan una actitud inclusiva, con una nueva visión sobre las diferencias, los niños aprenderán y el acoso escolar disminuirá.

Delahooke, M. (2017). Autism Acceptance: How Celebrating Differences Can Stop Bullying. Recuperado de (https://monadelahooke.com/autism-acceptance-celebrating-differences-can-stop-bullying/) Traducido Por Maximiliano Bravo.

Las 8 Cualidades De Las Amistades Sanas

Cultivar amistades sanas entre los alumnos, estén o no estén en el Espectro Autista, es crucial para un ambiente escolar positivo.

Por eso, vamos a echarles un vistazo a las 8 cualidades de las amistades sanas que que los alumnos pueden empezar a aprender hoy.

I) Aceptación: Un/a buen/a amigo/a acepta la singularidad de su amigo. No tratan de cambiarte. Un/a falso/a amigo/a podría seguir diciéndote cómo vestirte, cómo hablar, cómo actuar o cómo sentirte.

II) Escucha activa: Los amigos sanos son oyentes activos que prestan atención, hacen preguntas y están interesados ​​en lo que tienes que decir. Lo contrario sería que finjan escuchar solo para poder tener su turno de hablar a continuación.

III) Límites: Los amigos sanos establecen reglas sobre cómo esperan ser tratados. Las reglas son justas y tienen un significado real. Por ejemplo, es posible que tenga cosas específicas que le pidas a los demás, como no pararse demasiado cerca porque te pones nervioso/a ante las multitudes. Los amigos se dicen cuando están cruzando un límite personal. Si se rompe una regla, un amigo/a sano/a se lo dirá a su amigo/a y le dará una segunda oportunidad. Un falso/a amigo/a no se preocuparía por tus límites y podría burlarse de ti por tenerlos.

IV) Negociación: Los amigos trabajan juntos y, a veces, ceden un poco de algo que quieren para que todos ganen un poco. En pocas palabras, se trata de compartir y tomar turnos. Un/a falso/a amigo/a podría tratar de ser controlador/a y hacer todas las reglas para su beneficio personal.

V) Perdón: Un/a amigo/a sano/a perdona los errores del pasado y no vuelve a mencionarlo. Un comportamiento poco sano sería guardar rencor y hacer que el/la amigo/a se sienta mal por ello una y otra vez.

VI) Respeto: Los amigos sanos respetan a sus amigos como seres únicos con sus propios pensamientos, deseos y emociones. Respetan su tiempo, límites y sentimientos y no cuestionan la importancia de ellos. Respetar su privacidad también incluye no difundir rumores ni contar a otros su información privada.

VII) Apoyo: Los amigos sanos te animan a ir por tus sueños. Te animan y están ahí cuando los necesitas, incluso cuando no sea conveniente para ellos.

VIII) Confianza: Una amistad de calidad se basa en la confianza. Esto significa que solo se espera que todos digan la verdad. Si confían el uno en el otro, los celos no son un problema. No es necesario que se controlen entre sí y no le importa si tu amigo/a tiene otros amigos. Cuando no hay confianza, un comportamiento dañino o tóxico puede incluir tratar de controlar a tu amigo/a y ponerle límites.

Fuente: (2019). 8 Healthy Friendship Qualities to Teach Students. Confident Counselors. Recuperado de (https://confidentcounselors.com/2019/07/31/healthy-friendship-qualities/). Traducido Por Maximiliano Bravo

Sobreviviendo A La Cafetería Escolar

Almorzar en la cafetería no suele estar en la lista de cosas que preocupan a los niños antes de volver al colegio. De hecho, es todo lo contrario. El almuerzo es un momento que muchos niños esperan como una oportunidad para relajarse y socializar.

Un/a alumno/a en el Espectro Autista, sin embargo, puede tener una visión muy diferente de la cafetería. Para algunos de estos estudiantes, el tiempo que pasan en la cafetería escolar no solo es incómodo sino también espantoso.

¿Por qué es esto?

Factores de ansiedad en la cafetería escolar

Los pueden aumentar la ansiedad de los alumnos en el Espectro Autista son la rigidez cognitiva (que dificulta el cambio y la transición), sensibilidades sensoriales, dificultades sociales, barreras de comunicación y problemas de motricidad.

La cafetería escolar resulta ser uno de esos lugares donde los 5 factores se unen en forma de tormenta perfecta.

Exploremos cada uno:

I) Rigidez cognitiva: La cafetería es un lugar muy impredecible: los menús y los procedimientos a menudo cambian sin previo aviso y las personas parecen ir y venir sin ton ni son. La hora del almuerzo también es un momento de múltiples transiciones. Los alumnos tienen que llegar a la cafetería, formarse en fila para comer, regresar a su mesa, comer, limpiar y luego salir dentro de lo que generalmente es un período de tiempo muy corto. La naturaleza impredecible de la hora del almuerzo junto con las frecuentes transiciones requeridas durante ese tiempo a menudo resultan en una gran ansiedad para un/a alumnos en el Espectro Autista.

II) Sensibilidades sensoriales: Para un/a niño/a con sensibilidades sensoriales, la cafetería puede escolar ser agobiante. Olores desagradables, sabores repugnantes, iluminación excesiva, ruidos fuertes, multitudes … la cafetería lo tiene todo. A menudo hay demasiadas cosas que hacer en una cafetería desde un punto de vista sensorial.

III) Dificultades sociales: El panorama social en la mesa del almuerzo puede ser muy difícil de entender y navegar. Hay muchas reglas sociales complejas y no escritas que rigen las interacciones a la hora del almuerzo, como dónde sentarse, con quién hablar, cuándo hablar y de qué hablar. Es posible que los alumnos en el Espectro Autista no capten o decodifiquen estas reglas no escritas. Esto puede crear tensión con sus compañeros que es tanto confusa como frustrante para los alumnos que viven la condición.

IV) Barreras de comunicación: Relacionadas con el punto anterior están las altas demandas en el procesamiento del lenguaje que a menudo ocurren durante el almuerzo. Los niños a menudo hablan rápido y saltan de un tema a otro. Un/a niño/a con dificultades en el procesamiento del lenguaje puede tener dificultades para mantenerse al día. Las conversaciones a la hora del almuerzo también suelen ir acompañadas de un lenguaje metafórico y abstracto que puede resultar confuso para el/la alumno/a que prefiere un uso más literal del lenguaje.

V) Problemas de motricidad: Durante la hora de almuerzo se recurre a las habilidades de motricidad fina y gruesa. Equilibrar una bandeja, usar cubiertos y abrir botellas y cartones de leche son solo algunas de las tareas que deben realizarse durante el almuerzo. Los niños que tienen dificultades con una o más de estas actividades pueden sentirse incómodos o incluso ser objetos de burlas de parte de sus compañeros.

Estrategias, apoyos y acomodaciones

Hay varias estrategias que pueden ayudar a que la cafetería sea un lugar más tolerable para los alumnos en el Espectro Autista. Algunos de estos son:

I) Permitir que el/la alumno/a entre y salga de la cafetería antes. Esto ayudará al niño a evitar que las multitudes lo empujen y también puede reducir el tiempo de espera en la fila (lo que puede ser una fuente de gran ansiedad para algunos alumnos en el Espectro Autista).

II) Ser consciente de las sensibilidades sensoriales y acomodarlas (por ejemplo, sentarse lejos de los botes de basura, permitir el uso de audífonos, un mejor uso de la luz natural, etc.)

III) Apoyar la interacción social. Practicar las interacciones a la hora del almuerzo en grupos de habilidades sociales o durante otras terapias. Usar ejemplos de la vida real de la hora de almuerzo real para ayudar a generalizar las habilidades.

IV) Ser conscientes y abordar inmediatamente el acoso escolar y la exclusión social. Menos estructura y menos supervisión es una receta para el desastre para los alumnos en el Espectro Autista. Si bien los niños necesitan algo de libertad para crecer, es imperativo que haya suficiente supervisión y conciencia para estar al tanto de lo que sucede entre los alumnos durante el almuerzo.

V) Apoyar las necesidades lingüísticas. Para los niños no hablantes o mínimamente hablantes, hay que asegurarse de que los dispositivos de CAA (Comunicación Alternativa y Aumentativa) estén diseñados para cumplir con los requisitos de lenguaje a la hora del almuerzo. Para los niños más hablantes, es necesario practicar continuamente las habilidades de conversación.

¿Cuándo usar un ambiente alternativo?

Pueden haber ocasiones en las que los alumnos en el Espectro Autista encuentre que la cafetería escolar es agobiante a pesar de los mejores apoyos. El uso de un ambiente alternativo para la hora de almuerzo puede ser una opción necesaria en estos casos.

Por supuesto, cualquier decisión que aleje a un/a niño/a de sus pares comunes no debe tomarse a la ligera y debe revisarse periódicamente. Sin embargo, es importante no perder de vista el propósito del almuerzo: obtener combustible a través de la comida y darle al cerebro algo de tiempo para recuperarse de los rigores académicos.

Si esto puede lograrse en un ambiente alternativo de una forma que sea satisfactoria para el/la niño/a, entonces sería preferible a una situación que solo sirva para que él/ella sufra más angustia.

Fuente: Lynch, C. (2019). Autism Back at School: The Case of the Dreaded Cafeteria. More Than Behaviour. recuperado de (https://www.morethanbehavior.com/post/autism-back-at-school-the-case-of-the-dreaded-cafeteria). Traducido Por Maximiliano Bravo.

Dificultades De Asistencia Escolar Y Traumas Relacionado Con El Colegio

Las dificultades de asistencia escolar son una gran preocupación que se malinterpreta en general, ¿Cómo podemos comenzar a cambiar esa narrativa para ayudar a los alumnos a largo plazo y aliviar el estrés de todas las partes involucrados?

El «rechazo escolar» se está convirtiendo rápidamente en una de las áreas más difíciles de la educación, la salud y el cuidado de niños y jóvenes. Se ejerce presión sobre los padres para que garanticen que sus hijos asistan al colegio, mientras que los profesionales rara vez tienen experiencia en el «rechazo escolar» y, de forma predeterminada, amenazan a los alumnos y sus padres.

¿Por qué los niños tienen dificultades para asistir al colegio?

Hay mucho más en el “rechazo escolar” de lo que parece.

Bajo ninguna circunstancia debe ignorarse; SIEMPRE debe ser explorado.

A menudo, la ansiedad está en la raíz y es importante tener en cuenta que la ansiedad es mucho más que estar «un poco asustado/a». La ansiedad puede ser increíblemente debilitante y algunas personas la describen como «paralizante». Si no se trata, puede conducir a mucho más, incluido el trastorno de ansiedad generalizada o el mutismo situacional (por nombrar solo dos).

No puedo asistir, no quiero asistir …

Debemos cambiar la narrativa del “rechazo escolar”. El rechazo al colegio es la suposición de que el/la niño/a está tomando la decisión voluntaria de no asistir al colegio; que el/la niño/a tiene control sobre esta decisión y al hacerlo está causando un gran inconveniente a todas las partes involucradas (padres, profesores, etc.).

¿Qué pasaría si cambiamos la forma en que pensamos sobre esto y realmente lo viéramos por lo que es? En lugar de decir que el/la niño/a NO ASISTIRÁ al colegio (y por lo tanto se niega activamente) deberíamos decir que NO PUEDE asistir. Después de todo, si tuvieran una enfermedad física que les impidiera ir al colegio, no estaría diciendo que voluntariamente no asisten o se niegan a asistir, ¿verdad?

Cultura de la Culpa y Malentendidos

Actualmente, existe una cultura creciente de culpar a los niños por las dificultades de asistencia escolar en la educación. De hecho, la culpa es omnipresente … y nunca ayuda. Oímos con frecuencia que “el/la niño/a tiene la culpa” o “los padres tienen la culpa” o “el colegio tiene la culpa”.

Es hora de poner fin a esta cultura de la culpa y gastar esa energía en tomarse el tiempo para comprender lo que está sucediendo a fin de APOYAR a los niños, a sus familias y a los profesores.

Otro error común es que el/la niño/a «DEBE» tener SEED (Síndrome de Evitación Extrema de Demandas). Este es un comentario frecuentemente escuchado y, a menudo, se utiliza como una razón detrás de cualquier forma de evitación. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja de lo que parece.

Cómo nuestro cerebro evalúa el riesgo y responde a él …

Es importante tener en cuenta que los niños no se limitan a «rechazar» o «evitar» el colegio (o cualquier otra cosa). Algo tiene que suceder para obligarlos a desconectarse.

Esto podría ser uno o una serie de eventos memorables (por ejemplo, un accidente o acoso escolar) o podría ser una serie de eventos que el/la niño/a no recuerda (por ejemplo, sobrecarga sensorial diaria). Del mismo modo, puede que otra persona también los haya presenciado o no. Los eventos no memorables o no presenciados son lo que realmente causa la confusión y la discrepancia entre las partes interesadas y, a menudo, pueden ser la razón de las relaciones fracturadas entre el hogar y el colegio.

El término TRAUMA DE DESARROLLO COMPLEJO se utiliza para describir estos eventos. Los padres a menudo temen la palabra, ya que implica que tu hijo/a ha sufrido un daño deliberado, pero ese no es el caso. No siempre podemos hacer las cosas bien, incluso si nuestras intenciones son absolutamente éticas.

Una señal de trauma es la desvinculación y la evitación, otro es la hiper-obediencia, ambos signos de que un/a niño/a tiene miedo. Cuando la respuesta al trauma de un/a niño/a es desconectarse, nos muestra que se está protegiendo de daños futuros en situaciones en las que se ha sentido traumatizado antes. La hiper-obediencia funciona de forma similar en el sentido de que un/a niño/a tiene miedo de sufrir daños nuevamente, por lo que su respuesta al trauma es hacer lo que se le pide para asegurarse de que la experiencia adversa no vuelva a suceder. Por supuesto, hay otros señales, incluido las «comportamientos desafiantes», en el que la respuesta del niño al trauma es comunicarse de una forma que los adultos que lo rodean rara vez comprenden o interpretan correctamente.

El trauma es un área enorme de la salud mental. Pero por ahora, centrémonos en cómo nosotros (como padres y profesores) ayudamos a nuestros hijos a recuperarse para que se sientan capaces y preparados para volver a aprender.

Debemos recordar que cuando nuestro cerebro evalúa el riesgo de ambientes/objetos /personas, etc., y establece que estamos bajo amenaza (correcta o incorrectamente), puede desencadenar una respuesta de miedo/huida/congelación/adulación. En pocas palabras, cuando nuestro cerebro cree que estamos en riesgo o bajo amenaza, puede impedirnos tomar decisiones estratégicas racionales y, a menudo, puede entrar en modo de «supervivencia».

Entonces, ¿Cómo podemos ayudar a los niños y jóvenes que tienen dificultades para asistir al colegio?

La crianza receptiva al trauma utilizada de forma co-productiva con la educación receptiva al trauma es absolutamente vital para los niños que sufren por asistir a cualquier parte de su aprendizaje. Todas las partes involucradas tienen la responsabilidad de dar un paso adelante y hacer que esto suceda, pero fundamentalmente las voces más fuertes que dirigen el trabajo deben ser las del niño y su defensor (a menudo los padres/cuidadores).

Las 7R de la recuperación de traumas

El apego y la conexión forman partes importantes de la respuesta sana que tenemos como adultos a un niño que ha experimentado un trauma. Bruce D. Perry (profesor de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento, y un investigador enormemente inspirador y escritor publicado sobre trauma) desarrolló las 7Rs de la recuperación de traumas.

I) Relacional: La relación debe ser familiar y segura.

II) Relevante: La comunicación debe ser apropiada para la edad y relevante para la situación.

III) Repetitivo: La conexión debe tener un patrón, por lo que las expectativas son claras y ambos lados de la conexión confían en la otra parte.

IV) Recompensa: Debe ser divertido y placentero, no estéril y «forzado».

V) Rítmica: Debe haber una resonancia, con patrones neurales (caminar, bailar, cantar, respirar…)

VI) Respetuoso: Es fundamental que se respete al niño, a su familia, su herencia, sus creencias fundamentales y su cultura.

VII) Recíproco: Una parte muy importante de la vida cotidiana: la reciprocidad. Es un proceso bidireccional.

Para ver una mejora en la forma en que el/la niño/a experimenta su vida, su compromiso, su salud mental y su autoestima, entonces necesitamos que todo lo anterior trabaje en conjunto en todos los ambientes.

También es absolutamente VITAL no obligar al niño a regresar al colegio ni tampoco castigarlo/a o avergonzarlo/a.

Una estrategia más positiva sería diseñar un plan de apoyo encabezado por el/la niño/a. La autonomía es importante, dentro de límites claros y seguros, por supuesto (¡dar opciones siempre es un buen consejo!).

Para que el plan de apoyo sea efectivo, debe operar basado en las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo podemos ayudar al niño hoy, esta semana, este semestre?
  • ¿Cómo podemos ayudar al niño a recuperarse y sentirse en un lugar en el que esté listo para comunicarse con quienes están más seguros para ellos nuevamente?
  • ¿Qué enfoques de colaboración (con las 6R en el centro) podemos adoptar con el colegio para asegurarse de que el/la niño/a aproveche al máximo su aprendizaje y su vida social sin volver a traumatizarlo o dañarlo emocionalmente?

Recuerden que no importa cuán buenas suenen las ideas para la reintegración en una forma de aprendizaje, el/la niño tiene que guiarlos. Los enfoques centrados en el/la niño/a son esenciales.

Fuente: Wadlow, C. (2020). School Attendance Difficulties and School-related Trauma. Sunshine Support. Recuperado de (https://www.sunshine-support.org/school-attendance-difficulties-and-school-related-trauma?fbclid=IwAR031R3mjx0VdOw3XOtv6mCeoGWv1aEBAqHmdJsrTkheoqtPYrqmtWdXvsE). Traducido por Maximiliano Bravo.

¿Por qué Es Imperativo Preguntarle A Los Adolescentes En El Espectro Autista Sobre El Acoso Escolar?

Los adolescentes en el Espectro Autista tienen más probabilidades que sus pares neurotípicos de sufrir acoso escolar. También es más probable que tengan pensamientos y conductas suicidas.

Sabemos que el acoso escolar contribuye al suicidio en adolescentes neurotípicos. Cuando las noticias cubren la trágica historia de un/a adolescente que acaba de quitarse la vida, a menudo se menciona el acoso escolar. Esta evidencia anecdótica está confirmada por las investigaciones: los adolescentes que experimentan acoso escolar tienen entre 1,4 y 10 veces más probabilidades de desarrollar pensamientos o conductas suicidas que sus compañeros que no son acosados..

La mayoría de las veces, tener pensamientos y conductas suicidas va de la mano con una condición psiquiátrica, algo que también es más común entre los adolescentes en el Espectro Autista que entre sus pares neurotípicos. Pero no todas las personas a las que se les diagnostica una condición psiquiátrica experimentan pensamientos o comportamientos suicidas. La mayor incidencia de condiciones psiquiátricas concurrentes en los adolescentes que viven la condición puede reflejar una vulnerabilidad biológica subyacente, o el hecho de que están expuestos a más factores estresantes que sus compañeros neurotípicos.

En un nuevo estudio redactado por los investigadores Johnny Downs y Rachel Holden, ellos controlaron la presencia de condiciones psiquiátricas concurrentes y otros posibles factores de riesgo que podrían influir en el suicidio independientemente del acoso escolar. Ellos encontraron que los adolescentes en el Espectro Autista que experimentaron acoso escolar tenían el doble de probabilidades que los que no lo hicieron de desarrollar posteriormente pensamientos y conductas suicidas.

Sus hallazgos subrayan la importancia fundamental de identificar y prevenir el acoso escolar que sufren los adolescentes en el Espectro Autista. El acoso escolar debe verse como un resultado negativo para los adolescentes que viven la condición y no debe aceptarse como algo para lo que no hay solución.

Riesgos Reales

Tras examinar las historias clínicas de 680 adolescentes en el Espectro Autista que habían sido remitidos a una clínica de salud mental en el sur de Londres, Inglaterra, los investigadores se centraron en los adolescentes que no tenían tendencias suicidas en su visita inicial.

En esa primera evaluación, el 30% de los adolescentes de la muestra informaron haber sido acosados ​​por sus compañeros. Tenían casi el doble de probabilidades que los que no informaron sobre el acoso escolar de tener pensamientos o conductas suicidas durante los próximos 5 años.

Los hallazgos podrían respaldar una serie de teorías causales de suicidio. Una que creyeron que es clínicamente útil es la teoría interpersonal del suicidio, que sugiere que una combinación de tres factores conduce al comportamiento suicida: pertenencia frustrada, «carga percibida» y capacidad adquirida.

La pertenencia es nuestro sentido de que los demás nos aceptan. Tener muchos amigos o una relación de pareja se asocian con tasas más bajas de suicidio. Es fácil comprender cómo el sufrir acoso escolar puede tener un impacto negativo en el sentido de pertenencia. Sufrir acoso escolar también puede exacerbar la «carga percibida», que es la creencia de que los demás o la sociedad estarían mejor sin ti.

Los adolescentes que sufren acoso escolar también pueden habituarse a experiencias dolorosas y, como resultado, sentir menos miedo a la muerte. Este tipo de desensibilización conduce a una capacidad adquirida para el suicidio, que es necesaria para actuar sobre los pensamientos suicidas.

Una Llamada A La Acción

Según los investigadores, los médicos que ven a los adolescentes en el Espectro Autista pueden considerar el acoso escolar como algo tan generalizado que no vale la pena comentarlo.

Es crucial que los médicos se comprometan a combatir esta tendencia y hacer un esfuerzo genuino para preguntar a los adolescentes en el Espectro Autista sobre el acoso escolar. Y cuando un/a adolescente que vive la condición informa sobre acoso a los profesionales de la salud mental, debe tomarse en serio. La investigación sugiere que el acoso escolar no solo contribuye al riesgo de suicidio, sino que también afecta las trayectorias de tratamiento de los adolescentes.

La mayoría de los servicios clínicos incluyen evaluaciones programadas que describen qué información esencial deben recopilar los médicos durante sus sesiones con los adolescentes. También debería agregarse información sobre el acoso escolar a estas evaluaciones.

Es posible que algunos adolescentes no se sientan cómodos compartiendo información sobre el acoso con un profesional que acaban de conocer, pero preguntándolo desde el principio, por ejemplo, simplemente preguntando: «¿Sientes que alguien está siendo realmente malo contigo en este momento?» – podemos dejar en claro que es algo apropiado para que hablen con su médico. Cuando la información sobre el acoso es difícil de recopilar directamente del adolescente, los médicos deben consultar a sus familiares o profesores.

Los profesores tienen un papel fundamental que desempeñar. En los entornos escolares, la evidencia sugiere que las intervenciones intensivas contra el acoso escolar en las que los profesores se reúnen con los padres son más efectivas. Los colegios también pueden beneficiarse de las estrategias para frenar el acoso escolar específicas para el Espectro Autista, incluidas las «intervenciones de amistad», que ayudan a los adolescentes que viven la condición a formar amistades con sus compañeros neurotípicos.

Los colegios deben utilizar evaluaciones sólidas para evaluar la efectividad de tales intervenciones e involucrar a los adolescentes en el Espectro Autista en el desarrollo de sus políticas en contra del acoso escolar. Si bien cambiar de colegio debería ser el último recurso, a veces es necesario. Estos movimientos deben planificarse bien con la participación del posible nuevo colegio y el médico. Los colegios normalmente están dispuestas a ayudar temprano; Por lo general, quieren asegurar una transición exitosa para los nuevos alumnos.

Para los adolescentes en el Espectro Autista que permanecen en su colegios o ya se cambiaron a uno nuevo, los médicos y profesores deben enfocarse en crear intervenciones que les permitan desarrollar un sentido de pertenencia e identificar el valor que aportan a las personas que los rodean. De hecho, estos enfoques se pueden aplicar a todos los alumnos como un enfoque universal para prevenir el acoso escolar.

Los médicos también necesitan apoyar a los líderes escolares para mantener sus estrategias contra el acoso escolar; siempre debe ser un tema «vivo» dentro de sus colegios locales. Los investigadores afirmaron que los colegios realmente valoran a los médicos locales que brindan consejos a sus líderes escolares, especialmente cuando promueven campañas regulares de concientización sobre las graves consecuencias que el acoso escolar puede tener en la salud mental de los adolescentes y la necesidad de proporcionar enfoques específicos para apoyar a las personas en el Espectro Autista.

Además del acoso escolar, el ciberacoso es una preocupación emergente. Se necesita más investigación, ya que existen altas sospechas de que los adolescentes en el Espectro Autista pueden no verse igualmente afectados por todas las formas de acoso escolar. La mayoría de los esfuerzos de prevención del ciberacoso se centran en educar a los adolescentes, a sus profesores y a sus padres para que lo reconozcan y denuncien.

Dadas las graves consecuencias que tiene el acoso escolar en la salud mental, los profesionales de la salud mental deben desempeñar un papel activo en el desarrollo y la evaluación de iniciativas contra el acoso escolar.

Fuente: Downs, J. & Holden, R. (2020). Why it is imperative to ask autistic adolescents about bullying. Spectrum News. Recuperado de (https://www.spectrumnews.org/opinion/viewpoint/why-it-is-imperative-to-ask-autistic-adolescents-about-bullying/?fbclid=IwAR29gvsesw7j-5os31bV6siZY-z-E3daU7G-8oGRNgXogK2ZZGUXjOm2FHQ). Traducido Por Maximiliano Bravo.

6 Estrategias Prácticas Para Apoyar La Secuenciación Lingüística

Las investigaciones disponibles y los informes de los padres sugieren que hay varias razones para sospechar que las personas en el Espectro Autista pueden tener dificultades para juzgar el paso del tiempo y recordar el orden de los eventos.

Si bien existe una investigación limitada sobre el tema en este momento, un pequeño estudio encontró que las personas en el Espectro Autista demostraron dificultades en el procesamiento temporal, la tasa a la que podemos procesar la información auditiva. Esta capacidad reducida parece tener un impacto adverso en el aprendizaje y el desarrollo de otras funciones cognitivas. Como esto se relaciona con el lenguaje, las dificultades en el procesamiento temporal parecen afectar la secuencia: la capacidad de organizar acciones, eventos, lenguaje y pensamientos en orden.

Las personas con problemas de secuenciación lingüística pueden mostrar problemas con el lenguaje hablado y/o escrito. Las dificultades secuenciales pueden afectar la capacidad de la persona de seguir instrucciones, compartir narraciones coherentes y completar tareas de varios pasos. Las habilidades de secuenciación son necesarias para hablar y escribir sobre eventos y experiencias en el pasado de manera lógica. Las habilidades de organización, priorización y secuenciación nos ayudan a planificar nuestras vidas y administrar el tiempo de manera efectiva.

Afortunadamente, hay una variedad de actividades y tareas simples para ayudar a desarrollar habilidades de secuenciación en las personas en el Espectro Autista:

I) Hacer preguntas: Facilita el lenguaje haciéndole preguntas abiertas a tu hijo/a sobre eventos familiares (por ejemplo, ¿Cómo te lavas las manos? ¿Cómo preparas tu mochila para el día siguiente?). Si tu hijo/a te dice la secuencia en desorden, ayúdalo/a a ordenarla y luego pídele que vuelva a contar la secuencia.

II) Imitación: Después de leer una historia o ver un programa de televisión, vuelve a contar la secuencia de eventos que incluyen el comienzo, la mitad y el uso de palabras de transición (es decir, «primero», «siguiente», «luego», «último») para ayudar a desarrollar habilidades narrativas.

III) Análisis de actividades: Haz que tu hijo/a participe en actividades como lavar la ropa, preparar la comida o plantar un jardín. Pídele a tu hijo/a que verbalice o use imágenes para secuenciar la actividad.

IV) Autogestión: Esta práctica ayuda a las personas a aprender a monitorear y evaluar su comportamiento sin indicaciones o intervención de un adulto. Haz horarios para que tu hijo/a sepa qué esperar cada día. Usa un sistema de refuerzo de fichas (por ejemplo, marcas de verificación, estrellas, etc.) a medida que el/la niño/a completa las tareas. Si es apropiado, el niño/a puede hacer su propio horario para practicar la secuencia diaria de eventos. Esto ayudará a desarrollar la organización y la independencia con el tiempo.

V) Vídeos: Elige un vídeo de tu hijo/a u otra persona que realice una secuencia de acciones. Haga que tu hijo/a vea el vídeo para aprender y discutir los pasos para completar una tarea, por ejemplo, hacer una llamada telefónica o poner la mesa. Haga preguntas como, “¿Qué haces primero?”, “¿Qué haces después?” O “¿Qué sucede después?” Haz que tu hijo/a complete la tarea con o sin ayuda.

VI) Apoyos visuales: Usa tarjetas de historias secuenciadas (es decir, imágenes) para enseñarle a su hijo el orden lógico de los eventos. Esta actividad le da a tu hijo/a la oportunidad de demostrar sus habilidades de secuenciación sin exigencias verbales. Los organizadores gráficos se pueden usar para practicar contar historias que tengan todos los detalles clave en el orden apropiado. Esto puede ayudar a tu hijo/a a narrar su día escolar, viaje al parque o cosas que sucedieron en vacaciones. Incorpora dibujos e ilustraciones para ayudar a obtener vocabulario.

Afortunadamente, hay una variedad de estrategias prácticas para practicar la secuencia de idiomas diariamente en los entornos de la casa y el colegio. La colaboración entre padres, profesores y especialistas es clave para abordar y generalizar esta importante habilidad en el colegio y la vida diaria.

Fuente: Hudnall, M. (s.f.). 6 Practical Strategies to Support Language Sequencing. Autism Parenting Magazine. Recuperado de (https://www.autismparentingmagazine.com/strategies-to-support-language-sequencing/?utm_campaign=content_marketing_promotion&utm_medium=post&utm_source=facebook). Traducido por Maximiliano Bravo.

¿Qué NO Decir Cuando Tu Hijo/a Está Sufriendo Acoso Escolar?

Escoge tus palabras con cuidado: La respuesta incorrecta podría invalidar el dolor que tu hijo/a está sufriendo.

Cuando los padres descubren que sus hijos están sufriendo acoso escolar, incluso aquellos con las mejores intenciones, pueden manejar mal la situación.

Naturalmente, tú deseas criar a tu hijo/a para que sea fuerte, independiente y resiliente, pero ten cuidado con tus palabras al conversar con tu hijo/a sobre el acoso escolar. Tal vez tu primer instinto sea repetir los consejos que tus propios padres o profesores te dieron cuando eras niño/a. Desafortunadamente, algunos de estos refranes comunes, como «sólo ignóralo» o «sé fuerte» no solo son ineficaces, sino que en realidad podrían empeorar las cosas.

El acoso escolar es un problema generalizado. Está relacionado con problemas de salud mental como depresión, ansiedad y baja autoestima, así como problemas de salud física como dolores de cabeza, dolores de estómago y cambios en los patrones del sueño y alimentación. Los estudiantes que sufren acoso escolar ​​también pueden tener problemas académicos (por ejemplo, malas notas) y son más propensos a faltar a clases.

Con un sólido sistema de apoyo familiar, así como con amigos, profesores u otros administradores escolares, tu hijo/a estará mejor equipado/a para lidiar con el estrés y las emociones dolorosas provocadas por el acoso escolar. Les pedimos a los expertos que revelaran las peores cosas que los padres pueden decir a sus hijos que están sufriendo acoso escolar y qué decir en su lugar.

I) «Sólo ignóralo/a«: Si simplemente poner la otra mejilla fuera suficiente para que un matón dejara de molestar a tu hijo/a, probablemente no estarías teniendo esta conversación con él/ella. Evitar la situación y esperar que desaparezca por sí sola es una ilusión y no valida sus problemas reales.

«Este es un consejo que ha existido por generaciones, por lo que los padres probablemente lo escucharon en algún momento durante su juventud«, dijo Katie Hurley, trabajadora social clínica autorizada y autora de «No Más Chicas Pesadas: El Secreto Para Criar Chicas Fuertes, Seguras y Compasivas». “Cuando los padres dicen esto, los niños se sienten desestimados y aislados. Es excepcionalmente difícil ignorar a un matón, y decirle a los niños que lo hagan solo hace que los niños se sientan aún más solos en el mundo«.

Dicho esto, está bien alentar a tu hijo/a a encontrar formas de minimizar el contacto con el matón, pero no es una solución a largo plazo para el problema, dijo la experta en crianza Barbara Coloroso.

Evitar es difícil; ignorar es casi imposible«, dijo Coloroso, autora de «El Matón, La Víctima Y El Espectador». «Al tratar de ignorar las implacables burlas y agresiones, es probable que tu hijo/a comience a internalizar los mensajes de quienes los están atacando,» soy tonto/a, soy estúpido/a, soy un/a bueno/a para nada«.

II) «Sé Fuerte.«: Este consejo, junto con «actúa como un hombre», a menudo está dirigido a niños pequeños, perpetuando una cultura de masculinidad tóxica, en la que se alienta a los niños a suprimir sus miedos y otros sentimientos difíciles.

«No solo este tipo de lenguaje promueve la violencia, sino que descarta por completo la profunda vida emocional de los niños«, dijo Hurley. «Enseña a los niños a reprimir sus sentimientos, lo que puede provocar ansiedad y/o depresión«.

III) «Estás siendo dramático/a«: Aunque podría aplicarse a los niños de cualquier género, las niñas suelen estar en el extremo receptor de este tipo de comentarios. No es fácil para los niños hablar con sus padres sobre el acoso escolar. Cuando los trates de histéricos o exageradores, estarán menos inclinados a presentarte estos problemas en el futuro.

«Encuentro que muchas niñas no piden ayuda porque les preocupa que las vean como débiles e incapaces de manejar sus problemas sociales, o que las etiqueten como problemáticas y dramáticas«, dijo Hurley. «Esto afecta directamente la autoestima de los niños que se enfrentan a situaciones sociales que producen mucha ansiedad«.

IV) «Hazlo tú mismo/a«: Es comprensible que quieras criar a tus hijos para que sean autosuficientes e independientes. Pero los matones a menudo se centran en un/a niño/a que saben que no puede defenderse solo/a, por eso fueron agredidos en primer lugar. Tu hijo/a necesita tu ayuda en este momento, no un sermón.

«Un/a niño/a que está siendo agredido necesita ayuda para superar la característica central del acoso escolar: la desventaja de poder«, dijo Tony Volk, psicólogo del desarrollo y profesor de la Universidad de Brock en Ontario, Canadá. “Si hubieran podido hacerlo por su cuenta, ya lo habrían hecho. ¿Crees que tu hijo/a quería ser una víctima? ¿Que solo están siendo flojos al dejarse agredir? Necesitan ayuda para detener algo que no pueden por sí mismos«.

V) «Así son los niños a esta edad«: Esta respuesta, y otras similares, como «Es un rito de pasaje», «Los niños son niños» o «Las niñas son pesadas a esta edad», no son útiles porque deslegitiman la angustia en la que se encuentra tu hijo/a. Sólo porque el acoso escolar es desafortunadamente común no significa que sea algo que deberíamos aceptar o ignorar como parte del crecimiento.

El acoso escolar duele mucho. No, el matón no estaba siendo chistoso o tuvo un mal día. Y sí, el matón tenía intención de hacer daño”, dijo Coloroso. «Al minimizar, racionalizar o tratar de explicar el comportamiento del matón, a tu hijo/a no le llevará mucho tiempo darse cuenta de que es mejor sufrir en silencio«.

VI) «Defiéndete.«: La asertividad es una habilidad poderosa que a muchos padres les gustaría inculcar en sus hijos, ya sea que estén o no estén sufriendo acoso escolar. Pero incluso los niños asertivos tienen dificultades para enfrentarse a un matón, dijo Hurley, por lo que este consejo por sí solo es insuficiente.

«Los matones también tienden a tener aliados, y eso hace que sea aún más difícil enfrentarlos«, dijo ella.

Decirle a tu hijo/a que se defienda, aunque sea bien intencionado, también puede ser perjudicial, ya que implica que es responsabilidad de tu hijo/a manejar el problema por su cuenta, dijo Bailey Huston, coordinador del Centro Nacional de Prevención del Acoso Escolar de PACER.

«Si bien hay algo de verdad en esta afirmación, ya que ser asertivo/a a menudo puede ser una buena respuesta, enviar a tu hijo/a a la situación sin más información probablemente le causará más daño«, dijo él.

VII) «Ataca«: Si tu hijo/a necesita protegerse o defenderse en un altercado físico con un matón, eso es una cosa. Pero de lo contrario, alentar la violencia no es el mensaje que deseas transmitir.

«El matón probablemente lo molestaba porque lo veía como una presa fácil«, dijo Coloroso. «Después de que la víctima pierda, habrán matones más grandes esperándolo/a«.

Qué Decir En Su Lugar

Cuando descubres que tu hijo/a está sufriendo acoso escolar, el primer paso es responder con aliento y apoyo, dijo Coloroso.

«Necesitan saber que nada es demasiado tonto o demasiado serio para hablar y que tú estás allí como un padre cariñoso para apoyarlos y empoderarlos«, dijo ella.

A continuación, los expertos comparten algunas respuestas que harán que su hijo se sienta visto, más seguro y amado.

I) «No es tu culpa«: «Nunca es culpa de nadie ser víctima de acoso escolar«, dijo Huston. «Asegúrate de que sepan que no deben culparse por lo que está sucediendo«.

II) «Dile a un adulto en el colegio«: «Los colegios tienen la obligación legal de intervenir en incidentes de acoso escolar«, dijo Volk. “Sí, esto es una violación del código de honor de los niños de no ser un soplón, pero ellos empezaron iniciando una pelea injusta. La víctima solo está nivelando la cancha«.

III) «No estás solo/a«: «Muchos niños sienten que son los únicos que sufren acoso escolar ​​y que a nadie le importa«, dijo Huston. «Hazles saber que hay personas que se preocupan, incluyéndote, y que están aquí para apoyarlos«.

IV) «Habla con tus amigos al respecto«: «Tener el apoyo de sus pares es el factor de protección más importante contra el acoso escolar y sus efectos«, dijo Volk. «Si no tienen amigos cercanos, haz tu mejor esfuerzo para tratar de ayudarlos a conocer ese tipo de amigos. Porque por mucho que te preocupes por ellos, los niños saben que sus padres están sesgados. Por lo tanto, valoran mucho las opiniones de los pares, especialmente en los primeros años de la adolescencia, cuando el acoso escolar tiende a alcanzar su punto máximo”.

V) “Eso suena doloroso. ¿Puedes contarme más sobre lo que está pasando?«: «Al empatizar y hacer preguntas abiertas, comunicas confianza y comprensión mientras le das a tu hijo/a un lugar seguro para expresar sus emociones«, dijo Hurley.

VI) «¿Cómo te puedo ayudar?«: «El primer paso para ayudar a tu hijo/a es conectarse escuchando y descubriendo cómo ayudarlo/a a sentirse seguro/a en este momento«, dijo Hurley. «Preguntarle cómo puedes ayudarlo/a en el momento seguido de posibles estrategias de afrontamiento (leer juntos, caminar juntos, jugar juntos) es una buena manera de ayudar a tu hijo/a a superar los sentimientos antes de avanzar hacia la resolución de problemas«.

VII) «No depende de ti acabar con el acoso por tu cuenta.«: «A menudo, los estudiantes pueden sentir que tienen que manejar las situaciones de acoso escolar por su cuenta o que es su responsabilidad cambiar lo que les está sucediendo», dijo Huston. «Hazle saber a tu hijo/a que, juntos, desarrollarán un plan de acción para prevenir el acoso escolar y que tienen un equipo para apoyarlo en el camino«.

Fuente: Borreson, K. (2019). What NOT To Say When Your Child Is Being Bullied. Recuperado de (https://www.huffpost.com/entry/what-not-say-when-child-bullied_l_5d5635dbe4b0eb875f217f04). Traducido por Maximiliano Bravo.

Una Lista Para Identificar Fuentes De Agresión En El Espectro Autista

Una de las preocupaciones de los padres más frecuentes y difíciles que vemos en la comunidad del Espectro Autista es el comportamiento agresivo de un/a niño/a o adolescente que vive la condición. Los padres que se preocupan a menudo se sienten frustrados por no poder discernir la fuente de la angustia de sus hijos, o les preocupa que, si bien pueden manejar los arrebatos físicos de un niño/a pequeño/a, no sabrán qué hacer cuando un/a niño/a es mayor y más grande.

La siguiente es una lista de preguntas para abordar cuando se trata de identificar la fuente y aliviar la agresión por parte de un/a niño/a o adulto/a en el Espectro Autista. No necesariamente incluye todas las posibilidades, pero es una lista de preliminar de algunos de los principales problemas que probablemente estén relacionados con el comportamiento observado como agresión por parte de una persona en el Espectro Autista. (Hasta cierto punto, muchos de estos problemas también pueden estar relacionados con la autolesión).

Estos se presentan en un orden rígido de probabilidad o importancia: Todos son factores importantes a considerar e investigar, y pueden afectar a diferentes personas de diferentes formas y diferentes combinaciones.

I) Asegúrate de que no estén recibiendo ningún tipo de maltrato: En el hogar, en el colegio, en las terapias u otras actividades, por parte de padres, profesores, compañeros de clase, hermanos (incluso lo que podría parecer una burla «normal»), ya sea maltrato físico, psicológico, emocional o sexual.

1a. Si están siendo sometidos a una terapia destinada a normalizar su apariencia, comportamiento o modales, para extinguir las estereotipias, o asegurar el cumplimiento o la indistinguibilidad, están siendo maltratados.

1b. ¿Los profesores aplican castigos grupales por el mal comportamiento de un solo/a alumno/a? Si es así, puede parecer que no tiene sentido comportarse bien o no desquitarse, ya que de todos modos serán castigados por lo que no hicieron. La ansiedad extrema también puede ser el resultado de sentir que nunca se sabe qué es lo correcto, ya que el castigo es aparentemente aleatorio.

II) ¿Tienen un modo de comunicación confiable y seguro? Si no, ¿qué se está haciendo para abordar eso?

2a. ¿Se prioriza la expresión oral en lugar del desarrollo de un modo de comunicación que les funcione mejor?

III) ¿Su comunicación, en cualquier forma que ocurra, es reconocida como tal y honrada? ¿Las personas toman en serio lo que dicen, de cualquier forma que puedan decirlo? ¿Pueden satisfacer sus necesidades por medios no agresivos?

IV) ¿Se presume su competencia? ¿Se respeta su autonomía y derecho a la autodirección en la mayor medida posible? ¿Se está violando su derecho a la autonomía corporal o al espacio personal? ¿Están siendo forzados, empujados, engañados o coaccionados a actividades o modos de interacción social para los que no están preparados? ¿Están siendo puestos en situaciones en las que se sienten sin apoyo o inseguros? ¿Se les permite hacer trabajo académico en su nivel de capacidad? ¿Se reconocen y apoyan sus puntos fuertes? ¿Se confía en ellos para conocer y afirmar sus propios límites? ¿Se incluyen en la mayor medida posible en los planes relacionados con su bienestar, educación y actividades?

V) ¿Hay algo mal en su ambiente sensorial, ya sea en su hogar o en el colegio? ¿El ambiente de su hogar o aula es demasiado ruidoso, caótico, claustrofóbico o impredecible? ¿Están atrapados en un ambiente con otros niños que encuentran agobiantes, hostiles o amenazantes?

5a. Si son buscadores sensoriales intensos de alguna forma (y recuerda que alguien puede ser táctilmente defensivo en algunos aspectos, y también ser un buscador sensorial en otros), ¿tienen una válvula de escape para estímulos físicos intensivos, como un arte marcial, deporte, senderismo, natación o equitación?

VI) ¿Se les permite decir «no» y se les entiende correctamente? Esto no significa que nunca tengan que hacer algo que no quieren hacer (como ir al médico o al dentista), pero si el asunto en cuestión no es una cuestión de vida, salud o seguridad inmediata, ¿están permitidos? para rechazar actividades o situaciones que les resultan incómodas o que no les interesan? Si una situación desagradable es realmente inevitable, ¿se está haciendo todo lo posible para identificar y abordar su incomodidad?

VII) ¿Su tristeza, el dolor o la ansiedad se expresan como enojo o irritabilidad? (Esto es MUY común en las personas en el Espectro Autista). ¿Han experimentado recientemente la pérdida de un miembro de la familia, amigo o compañero de clase favorito, mascota o miembro de su personal de apoyo?

VIII) ¿Han sido interrumpidos sus planes, rutinas o necesidad de ritualización? ¿Ha cambiado algo recientemente en su ambiente, vida familiar o contexto social?

IX) ¿Han tenido recientemente un chequeo médico completo o un examen de sangre? ¿Es posible que tengan dolor o incomodidad por una afección médica tratable o alergia y/o sensibilidad alimentaria que les faltan medios verbales para comunicarse? (Incluso en personas hablantes, la alexitimia, los problemas de conciencia corporal y la percepción atípica del dolor pueden dificultar la comunicación sobre su enfermedad o dolor). Los problemas nutricionales, dietéticos y metabólicos también pueden causar estragos en sus capacidades de autorregulación.

X) ¿Se les permite suficiente tiempo de ocio y privacidad? ¿O su horario escolar y terapéutico significa que están trabajando el equivalente a dos trabajos de tiempo completo? ¿Se está agobiando su capacidad para realizar múltiples tareas o procesos? Somos muy vulnerables a la sobrecarga sensorial, de información y emocional. ¿Tienen realmente tiempo libre para hacer lo que quieran o estar solos? ¿Tienen un espacio propio?

Finalmente, algo que recomendamos encarecidamente, si está buscando más orientación o aportes, es encontrar un/a adulto/a en el Espectro Autista o un mentor local para ti, que pueda conocerte a ti y a tu hijo/a, observar su ambiente e interacciones, y dar retroalimentación sobre qué tipos de cambios o intervenciones pueden ser útiles.

Fuente: Chavisory. (2014). A checklist for identifying sources of aggression. We Are Like Your Child. Recuperado de (https://wearelikeyourchild.blogspot.com/2014/05/a-checklist-for-identifying-sources-of.html?fbclid=IwAR1drEwddnAsNlJ1WGwjPSZWWG-liTMzGJoIntdkIHq4jk177Uc1SyBz4Rw). Traducido por Maximiliano Bravo.