Formas Sutiles En Que Tu Hijo/a Autista Está Sufriendo Acoso Escolar (Que Tú No Tienes Idea)

Este artículo parte con un mensaje dirigido a todos los padres de niños Autistas: Si tú tienes un hijo/a Autista y tú no sabes que él/ella está sufriendo acoso escolar, eso no significa que estés haciendo algo mal. Los matones saben como ocultar lo que están haciendo a plena luz del día. Ellos son el problema. Desafortunadamente, como padre/madre, es tu responsabilidad (junto con los profesores de tu hijo/a y los profesionales que lo/la apoyan) protegerlo/a del acoso escolar.

Y la mitad de la batalla para proteger a tu hijo/a Autista es saber qué observar (y transmitir esa información a el equipo docente del colegio donde estudia tu hijo/a).

Habiendo dicho esto, es importante que tú sepas que los matones sabrán que tu hijo/a es Autistas incluso si él/ella hace el mejor esfuerzo posible para camuflar sus rasgos Autistas.

¿Por qué? Porque las personas no Autistas pueden sentir, en cuestión de segundos, que están en presencia de una persona Autista, e inmediatamente los ven de forma desfavorable. La ciencia ha probado esto.

Esto significa que los niños no Autistas, que aún no han aprendido a regular sus emociones y operan mayoritariamente por instinto, a menudo reaccionarán antes sus pares Autistas no solamente con un ligero disgusto, sino con profunda hostilidad y desprecio.

Algo en el cerebro de los niños no Autistas les da una sensación de «valle inquietante» cuando miran a sus pares Autistas. Esto activa su respuesta de lucha-o-huida, y reaccionan huyendo o atacando (dependiendo de su perfil psicológico en desarrollo).

Es por esta razón que la educación sobre la Neurodiversidad desde muy temprana edad es imperativa para crear un mundo más equitativo para las personas Autistas y ninguna iniciativa para defender sus derechos prevalecerá sin ello.

Los niños no Autistas necesitan ser educados sobre los comportamientos y estilos de comunicación Autistas antes de que siquiera entren a un salón de clases, y esa educación necesita ser continuamente actualizada para reducir esa sensación de «valle inquietante» y permitir que los niños de todos los neurotipos se conecten y se asocien unos con otros de formas más sanas y orgánicas.

Ahora, aquí están algunas forma sutiles en que los niños Autistas están sufriendo acoso escolar:

I) Suspirar para provocar: Suspirar a amigos y compartir secretos es común, y no hay nada de malo con eso. Sin embargo, esto se vuelve problemático cuando se utiliza para provocar a una persona específica al alcance del oído (sin que haga suficiente ruido para que sea escuchado por una figura de autoridad).

Por ejemplo, un matón podría pasar toda una hora de la clase suspirando insultos a tu hijo/a Autista para empujarlo/a a que tenga una reacción explosiva, y cuando tu hijo/a ya ha tenido suficiente y él/ella finalmente decidió que es momento de defenderse, el matón finge inocencia y tu hijo/a es quien termina metido en problema por su «repentino» ataque de furia.

II) Iniciar rumores que manchan la reputación de la víctima: Los niños aún están aprendiendo sobre el mundo a su alrededor , y los rumores, sin importar lo disparatados que sean, pueden echar raíces y volverse virales por los pasillos del colegio y por el Internet. Los niños no Autistas se apoyan en pruebas sociales (un gran grupo de personas confirmando la validez o exactitud de algo) para formarse opiniones sobre los demás.

No importa lo absurdo que sea el rumor que afecta a tu hijo/a Autista, porque es un «hecho» para sus pares no Autistas, y en consecuencia, dicho rumor lo/la acompañará por el resto del año escolar y más allá. Así funcionan los rumores, pero pueden ser especialmente dañinos para los niños Autistas que no siguen intuitivamente las reglas de las jerarquías sociales.

Una conclusión muy acertada es que cuando las personas Autistas son blanco de un rumor, para ellas resulta mucho más difícil superarlo porque no socializan con la misma frecuencia que sus pares que no viven la condición. Nuestra continua «torpeza» social reafirma cualquier rumor (o rumores) que los demás han difundido sobre nosotros, y en vez de cicatrizar (caer en el olvido), dejan el equivalente social de una herida abierta.

III) Sarcasmo con intención de engañar: El sarcasmo puede ser expresado cuando dos personas entienden que su intención puede ser una forma divertida de formar un vínculo amistoso. Sin embargo, desde que las personas Autistas tienden a tomarse las cosas muy literalmente y podrían perder de vista señales sociales ocultas detrás del tono de voz, los comentarios sarcástico con propósitos abusivos podrían ser tomados muy literalmente.

Por ejemplo, un/a niño/a no Autista podría decir «Oye, linda ropa» pero con un tono sarcástico que no es procesado por un/a niño/a Autista, y cuando el/la niño/a Autista dice «Gracias», eso agita aún más al niño que no vive la condición porque su intento de fastidiar a su víctima no ha resultado como él/ella esperaba.

El/La niño/a Autista por su parte, a menudo no tiene idea del orden social implícito que sus pares no Autistas los están ubicando para burlarse de ellos.

Como extensión del punto anterior, los matones no Autistas podrían intensificar su hostigamiento hasta que se vuelva innegable con el fin de obtener la reacción que originalmente estaban esperando con sus insultos más sutiles.

IV) Exclusión: Un grave problema de las políticas escolares «tolerancia cero» para el acoso escolar es que solamente hacen que los matones más obstinados sean mejores en ocultar el daño que le hacen a sus víctimas. Desde que ellos saben que no pueden ser físicamente o verbalmente agresivos con sus víctimas, entonces son cordiales con los niños que les caen mal pero los excluyen totalmente de actividades grupales tales como durante el almuerzo, el recreo, la clase de educación física, los paseos de curso, etcétera.

V) Fingir que sus víctimas no existen: Otra forma sutil de acoso escolar ocurre cuando un niño/a Autista intenta hablar con uno de sus pares no Autistas, solo para ser ignorado/a como si él/ella fuera invisible, o sus pares que no viven la condición hablarán fuerte entre ellos diciendo cosas como «¿Escuchaste algo? Mmmm… Que raro. Pensaba que escuchamos algo. Pero solo estamos nosotros aquí«.

Esto es invalidante (sin mencionar confuso) para un/a niño/a Autista que está haciendo su mejor esfuerzo para tratar de hacer amigos y pertenecer al grupo.

VI) Forzarlos a hacer todo el trabajo en los proyectos grupales: Los niños Autistas son muy inteligentes, lo que termina asombrando a sus pares no Autistas. Desafortunadamente dicha inteligencia es una espada de doble filo, porque los niños Autistas son felizmente incluidos por sus pares que no viven la condición en los proyectos grupales, si y solo si hacen todo el trabajo. Los niños Autistas no pueden decirles que «no» a sus pares no Autistas, porque esa es la única vez que están siendo «amables» con ellos, y pueden disfrutar uno de los pocos momentos de paz tras ser objetos recurrentes de burlas y agresiones, junto con una ligera semejanza a un sentido de pertenencia.

Los límites sociales pueden ser un concepto muy difícil para las personas Autistas ya que son muy abiertos, tratar igualitariamente a los demás y entienden todo lo que les dicen muy literalmente.

Si esto le está pasado a tu hijo/a Autista, no solo es una forma sutil de acoso escolar, también abre la puerta a que les falten el respeto cuando sean adultos, porque es un patrón que fácilmente puede continuar en forma de darles su tiempo, dinero y atención a persona que regularmente se aprovechan de ellos mientras son incapaces de verlo con sus propios ojos.

Fuente: Heidel, J. (2023). Subtle Ways Your Autistic Child Is Being Bullied (That You Aren’t Aware Of). The Autistic Articulate. Recuperado de (https://www.thearticulateautistic.com/subtle-ways-your-autistic-child-is-being-bullied-that-you-arent-aware-of/). Traducido Por Maximiliano Bravo

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